Planean una polémica campaña que prohíbe hablar mal de Hugo Chávez

"Aquí no se habla mal de Chávez", será el cartel que deberán tener visibles los empleados públicos y viviendas entregadas por el Estado.

Planean una polémica campaña que prohíbe hablar mal de Hugo Chávez

El vicepresidente de Venezuela, Diosdado Cabello, reveló que impulsará una campaña para defender la memoria del fallecido ex mandatario Hugo Chávez (1999-2013) con el objeto de evitar que se hable mal de él en cualquier lugar del país, idea que de inmediato provocó reacciones fuertemente adversas por parte de la oposición.

"Aquí no se habla mal de Chávez. La frase se debe leer en los escritorios de los empleados públicos venezolanos y en las casas que entrega el gobierno", propuso Cabello, número dos del chavismo, en su programa semanal "Con el mazo dando".

A su vez, exhortó a quienes han recibido beneficios por parte del Ejecutivo, los que están en los cuarteles militares y a todos los ciudadanos, a pintar murales con esa sentencia, e incluso advirtió que quien no se sume a esa campaña, debería ser denunciado.

"Si usted trabaja en un ministerio, es secretaria y usted puso allí en su escritorio que allí no se habla mal de Chávez, todos los jefes para arriba tiene que ponerlo también", insistió.

Para el conocido sociólogo local Francisco Coello, la idea está inspirada en el totalitarismo. "Este manual promueve el miedo, distrae a la población con cualquier información, y, además, busca promover la desesperanza en cuanto a que la sociedad asuma que no hay nada más que hacer frente a la crisis", advirtió.

Venezuela atraviesa una severa crisis económica, caracterizada por una aguda escasez de alimentos y medicinas y por una inflación que, según el Fondo Monetario Internacional, podría cerrar en 2017 en una astronómica cifra récord del 1.660%.

Según la firma Datanálisis, ocho de cada 10 venezolanos rechaza la gestión del presidente Nicolás Maduro.

"Quien recibió un taxi revolucionario no debe hablar mal de Chávez. Quien esté en el teleférico Mukumbarí en Mérida, no puede hablar mal de Chávez", sentenció Cabello.

Inclusive ordenó a los jefes de ministerios e instituciones del Estado a desplegar pancartas, pinturas y murales con la frase: "Chávez le devolvió el autoestima al venezolano".

El diputado opositor de la Asamblea Nacional Henry Ramos Allup denunció que la empresa eléctrica del Estado, Corpoelec fijó un cartel en el centro de pago El Viaducto en Valera, estado Trujillo, que dice: "aquí no se habla mal de Chávez ni del gobierno". 
En ese sentido, el secretario general de Acción Democrática expresó que los altos funcionarios del gobierno "tendrán que silenciar al 99% de los venezolanos".

Para la analista política e historiadora Margarita López-Maya la campaña forma parte del mecanismo de propaganda permanente ideológica en la que cae el gobierno con su totalitarismo y arbitrariedad del poder.

"Es una cosa funcional en la medida en la que han estado ahogando al ciudadano que está desmovilizado y desencantado, avanzan hacia ese estado totalitario que quieren imponer en la vida de los venezolanos y acabar con los derechos civiles y políticos de la población", afirmó en conversación con ANSA.

La campaña se lanzará en organismos públicos, dependencias estatales y en los urbanismos de la Misión Vivienda y también se impulsará a través de las redes sociales con la etiqueta #AquíNoSeHablaMalDeChávez.

Chávez, considerado como "el líder supremo" de la revolución bolivariana, perdió la batalla contra un cáncer pélvico el 5 de marzo de 2013 tras permanecer casi 14 años en el poder.

A su vez, Froilán Barrios, coordinador nacional del Frente Autónomo en Defensa del Empleo, el Salario y el Sindicato, rechazó la campaña al advertir que "atenta contra la libertad de expresión consagrada en la Constitución; se coloca una especie de estado de delito de opinión y se quiere implementar la cultura del terror".

A su juicio "se trata de una acción al mejor estilo de Cuba, China o Corea del Norte, toda con férreas dictaduras, que solo demuestra que el gobierno está radicalizando mucho más su modelo valiéndose de la conflictividad y la tensión que hay por la crisis económica que padecen los venezolanos".

"La gente no tiene como adquirir la comida, pero el gobierno saca el carnet de la patria que es obligatorio tenerlo para comprar la comida", criticó.

En este sentido, sostuvo que alertarán a las organizaciones sindicales internacionales sobre las acciones que pretende llevar a cabo en dependencias del Estado.

"Es una amenaza para la clase trabajadora y una violación al convenio 111 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) que establece la no discriminación política por cualquier tipo de opinión, credo o raza", concluyó.

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