Parece que palabras como planificación, planeamiento, previsión, no existen en el vocabulario de los argentinos; incluso da la impresión de que nosotros los mendocinos ni siquiera las conociéramos.
Todo lo que sucede o nos pasa decimos que es culpa de la fatalidad. Para colmo de males, si es un hecho delictivo nos sentimos satisfechos armando una marcha pidiendo justicia. Nunca vamos a asumir que en eso que pasó seguramente hubo algo de culpa en nuestra actitud o actuación previa.
Los hechos de inseguridad nos están desbordando, tanto sea a la Policía como a la Justicia, pero ése es un tema que, mientras no asumamos todos como sociedad, menos aún lo van a asumir nuestros representantes.
El tema de fondo por el que escribo es otro: ¿Por qué siempre se espera a que sucedan situaciones graves o trágicas para tomar medidas o realizar acciones que bien podrían haber sido realizadas antes?
¿Cuántos accidentes con heridos y muertes podrían evitarse, si con el tiempo suficiente nos diéramos cuenta de que determinadas rutas ya no soportan el tránsito que detentan? ¿No hay técnicos en los organismos responsables de ellas que visualicen esas situaciones?
Un claro ejemplo es la RP 82, en el tramo que va desde la unión del Corredor del Oeste con la Panamericana hasta la zona de los boliches, o quizás más allá, puesto que todo el pedemonte sur está desarrollándose tremendamente, por supuesto que sin ninguna planificación oficialmente aprobada, y solamente bajo los intereses de determinados particulares propietarios de esas tierras.
El tránsito ocasionado por gente que vive en la zona ha aumentado mucho, y a eso debe agregarse el público (mayoritariamente joven) que todos los fines de semana colma los boliches de la zona.
Últimamente, quizás debido a la muerte de ciclistas y otros accidentes, se han realizado algunas mejoras (como colocación de balizas para dividir carriles, de ésas que “duran sólo algunos meses”, una banquina mal pavimentada, para uso de peatones y ciclistas, y un cartel que anuncia su iluminación).
Pero los responsables de mantener o ampliar la ruta deberían preguntarse: ¿Qué va a pasar cuando Cacheuta esté vinculada con Potrerillos? ¿Es decir, cuando el túnel que dicen que se está haciendo, esté terminado y se pueda acceder a Potrerillos por esta antigua vía o seguir a Chile?.…
¿No será mucho mayor el tránsito que circulará por esa ruta? ¿Qué van a esperar? ¿Que el tránsito sea tremendo, que se produzcan accidentes, etc, para recién pensar en ampliarla? Que una idea cuaje, que se planifique, que se realice el proyecto, que se busque su financiamiento, que se incluya en un determinado presupuesto, que se licite la obra y que se construya (sin ninguna dilación) demanda muchísimo tiempo (al menos para los argentinos).
Y a toda esta problemática sumémosle que las decisiones en esta materia son tomadas por personas políticas y no técnicas, como debería ser.
Ricardo R. Claverol - DNI 6.898.432