Alberto Fernández está decidido a no mostrar su plan de Gobierno hasta por lo menos el 6 de diciembre. Pero va soltando lineamientos que marcarán su gestión. Y ayer, ante industriales y sindicalistas, dijo que quiere en un esquema de impuestos y paritarias diferenciadas según el tipo de empresa y su ubicación geográfica.
Fernández pretende beneficiar vía impuestos a las pymes con mayores dificultades para distribuir sus productos. Y pide aggiornar convenios colectivos. Así, dicen en su entorno, habrá una mayor impulso al empleo en blanco.
El plan lo elaboran Matías Kulfas y Cecilia Todesca Bocco. Allegados a estos economistas señalaron que es una "propuesta para debatir" en el Consejo Económico y Social (CEyS), que estará regulado por una ley que se aprobaría en las sesiones extraordinarias de enero. Y Fernández pretende que lo conduzca Roberto Lavagna.
Las fuentes consultadas por Los Andes señalaron que la idea apunta a un esquema de impuestos a las Ganancias escalonado por tamaño de empresa. "Hay que construir para las pymes regímenes impositivos distintos a los que tienen las grandes empresas", dijo Fernández en la 25 Conferencia anual de la Unión Industrial Argentina. Y logró el primero de siete aplausos.
También confirmó que les planteó a los secretarios generales de la CGT, Héctor Daer y Carlos Acuña, "revisar la lógica de funcionamiento paritario". Los sindicalistas lo rechazaron. A pocos metros escuchaban contrariados Daer, Antonio Caló, Gerardo Martínez y Armando Cavalieri. "Voy a insistir con esto", avisó Fernández.
Al salir, Daer habló escuetamente con la prensa y evitó polemizar. "La Argentina necesita de un desarrollo industrial, pero con buenos salarios", afirmó. Cerca de Fernández, insistieron: "Un taller mecánico con dos empleados en Jujuy no puede pagar el salario que abona una gran automotriz". Y aclararon que no se trata de "reducir derechos", sino de impulsar a las empresas a pagar salarios acordes a su facturación y contexto económico, pero en blanco.
Esto fue aplaudido por los industriales. Miguel Acevedo, presidente de la UIA, dijo que "el discurso fue bueno, oportuno y balanceado. Se refirió a la compleja situación nacional, regional e internacional y remarcó que hay que trabajar entre todos", completó Daniel Funes de Rioja.
El punto de partida
La industria cae hace 17 meses y el consumo hace dos años. "Las cuentas fiscales quedan en un estado deplorable", afirmó Fernández. Además, el financiamiento externo es inexistente. Por ello, avisó a empresarios y sindicalistas: "Todos van a tener que resignar algo".
Ante miradas de recelo, Fernández aclaró que para llevar adelante su gobierno no usará "el látigo". E insistió en que todos los sectores deberán discutir en el CEyS. "Todos tienen que comprometerse", afirmó. Y agregó: "Yo abro el juego sin límites porque creo en la política de puertas y cabezas abiertas. No me importa lo que votó cada uno de ustedes ni cada argentino. Estoy renunciando a mi capacidad de decidir solo", dijo.
Otros expositores
El politólogo Andrés Malamud dijo que hoy hay un contexto internacional de bajas tasas y precios de commodities moderados y advirtió que será vital para Fernández recomponer su relación con Jair Bolsonaro no sólo porque Brasil es el principal socio comercial de Argentina, sino porque la relación del país con China está "intermediada" por el gigante sudamericano.
Juan Gabriel Tokatlian, experto en Relaciones Internacionales, consideró que la Argentina está en una situación "inédita" en su historia. "Se alinearon tres planetas y todos críticos para la Argentina: hay una enorme volatilidad internacional, una fuerte inestabilidad regional y una elocuente vulnerabilidad nacional. Estas tres cosas nunca se le presentaron simultáneamente a un gobierno peronista", alertó el experto.
“El país llegó a un punto de insolvencia estrategia: carece de un mapa de ruta. Esto es un problema de sus élites empresariales, laborales, intelectuales. Si seguimos por este camino, podemos llegar a la bancarrota estratégica”.
Un mensaje amigable para tender puentes con Bolsonaro
El presidente electo, Alberto Fernández, respondió ayer al jefe de Estado brasileño, Jair Bolsonaro, al sostener que lo alegró escuchar la propuesta de tener una relación "pragmática" más allá de las "diferencias personales".
En la Vigesiomoquinta Conferencia de la Unión Industrial Argentina, realizada en un hotel porteño, el presidente electo pidió a los hombres de negocios que estén “tranquilos” porque buscará una relación diplomática respetuosa para potenciar el comercio entre ambas naciones.
El presidente electo aseguró: "Ninguna disputa personal que yo pueda tener me va a hacer poner a la Argentina en el lugar equivocado. Vi con alegría que el presidente de Brasil, Bolsonaro, propuso hoy tener un vínculo pragmático. Es lo que debemos hacer".
Luego, consideró que "el Mercosur va a superar a Bolsonaro y a Alberto Fernández y habrá una unión definitiva de Uruguay, Paraguay, Argentina, Brasil y asociados como Bolivia y Chile para construir un mercado común que nos permita enfrentar el desafío de la globalización con otra fuerza. Tranquilos".
Bolsonaro había manifestado el miércoles que "tenemos buenas relaciones comerciales con Argentina y en lo que a mí respecta continuarán", dijo el brasileño, quien a su vez ha deseado "suerte y éxito" a la Argentina con el nuevo Gobierno.