¿Hacia dónde y de qué manera crecerá Mendoza en los próximos 30 años? Son preguntas que intenta responder el Plan Provincial de Ordenamiento Territorial que, después de más de tres años de presentado, fue aprobado en la Legislatura. Se trata de un instrumento clave para hacer efectiva la ley 8.051 de Ordenamiento Territorial y Usos del Suelo, sancionada en 2009 y que prevé la elaboración de planes municipales en el plazo de un año.
Del mismo se desprenden una serie de objetivos y lineamientos para gestionar el territorio durante los próximos años. Además, incluye un diagnóstico que detalla cómo crecerá la provincia si se continúa con la inercia actual y, en contraposición, un modelo territorial deseado para 2045. En este último se promueve la integración provincial a través de 10 nodos estructurantes y 5 polos de desarrollo que, para concretarse, deberán discutirse con las distintas comunas.
"Se habla de polos y de nodos. La diferencia es que los primeros son nuevos sitios a desarrollar y los segundos sitios, existentes que hay que potenciar", explicó a Los Andes el secretario de Ambiente y Ordenamiento Territorial, Humberto Mingorance. El funcionario precisó que los mismos tienen dos instancias de definición: una que se corresponde con la política provincial y nacional, y otra con los municipios. "Ellos tienen que considerar sus propios nodos y polos que serán visados por la Agencia Provincial de Ordenamiento Territorial", remarcó.
Según se desprende del Plan aprobado ayer (con votos negativos del peronismo y la izquierda), se considera núcleos estructurantes a "los núcleos de población ya existentes que, por su importancia relativa en cuanto a sus localizaciones estratégicas y a la función como prestadores de bienes y servicios a su área de influencia, articulan las redes de infraestructuras, equipamientos y servicios básicos a nivel departamental".
Uno de los nodos que se proponen está ubicado en Palmira. "Es importante por el tema logístico. Esa ciudad se une a la ruta 7 que viene de Chile para que los camiones no pasen por el área metropolitana y vayan a lo que podría llegar a ser un centro de distribución", señaló Mingorance. A su vez, anticipó que la idea es que de allí salga otra ruta hacia el norte y que empalme con la doble vía hacia San Juan: "Quedaría como una gran 'y' griega donde el nodo sería Palmira".
Otros nodos que le interesa fomentar al gobierno son los relacionados con la ganadería. "Queremos abocarnos a esta actividad en la zona del secano de General Alvear y el Este de San Rafael, así como otro en Santa Rosa", adelantó el secretario de Ambiente.
De hecho, anticipó que se ha comenzado a dotar de infraestructura a esos puntos: "Se han licitado acueductos muy importantes para que no se infiltre el agua, sino que llegue a la mayor superficie posible", aseguró Mingorance. Lo que se busca no es solamente aumentar las cabezas de ganado, sino que nuestra provincia sea considerada una zona de engorde.
En el Plan de Ordenamiento se menciona además un nodo científico tecnológico en la zona del piedemonte, un nodo de servicio minero en Malargüe y nodos de turismo en el Valle de Uco, la Laguna del Diamante y Puente de Inca.
Si bien los polos también aparecen mencionados, hay menos precisiones al respecto. “Recién ahora entramos en el juego de definir los polos de desarrollo: algunos tienen que ver con la tecnología, otros con la actividad industrial para que, por ejemplo, no haya zonas industriales desparramadas por toda la provincia”, detalló el secretario de Ambiente.
En el texto se los define como "áreas a desarrollar a partir de la inducción de una actividad económica estratégica, a los fines de integrar al territorio provincial áreas que se encuentran relegadas e incidir en la economía local y regional". Se enumeran los siguientes: polo logístico Integrador Central, polo logístico Integrador Este, polo logístico de apoyo a la macro región Pehuenche y dos polos de investigación de zonas áridas.
Para María Elina Gudiño, directora del doctorado en Ordenamiento Territorial y Desarrollo Sostenible de la UNCuyo, lo que fomenta el Plan es que se gestione el territorio considerando toda su extensión y no solamente pensando en las áreas urbanas y el oasis: "Esto permitirá que no solamente se tenga en cuenta el 0,25% del territorio que ocupa el área metropolitana o el 3% del área irrigada, sino que busca integrar a todo el territorio, valorar su recursos y la gente que habita en esos lugares que por mucho tiempo han permanecido ocultos". También imaginó un futuro distinto "donde empiecen a coordinarse las políticas públicas en beneficio de la gente".
A nivel personal, lo que ella espera es que el Plan se ponga en marcha cuanto antes. "Ese modelo deseado da lugar a un montón de programas y proyectos que hay que comenzar a poner en marcha ya, para lo cual es necesario que todos los ministerios se sienten a una mesa. El Gobierno central tienen que trabajar y mucho", aseguró.
Algunos cuestionamientos
Si bien el Plan de Ordenamiento Territorial fue aprobado por mayoría en la Cámara de Diputados -después de haber conseguido la media sanción en Senadores en julio- varios legisladores votaron en contra.
Uno de ellos fue Jorge Tanús (PJ). Entre una larga lista de cuestionamientos, aseguró que es un plan que invade jurisdicciones políticas de varias instituciones, no sólo las municipales. “Dificulta el consenso político. Creo que no hay una buena información hacia los intendentes.
Considero que esto puede ser peligroso porque concentra el poder en la Secretaría (de Ambiente)”, explicó, a la vez que le achacó que se menciona en reiteradas oportunidades la palabra “etcétera”: “Sabemos que en una ley eso es cualquier cosa”, remarcó. Por otra parte, señaló que el Plan hace mención al agua pero que no legisla hacia adelante en este tema: “No hay un párrafo donde la ley discuta las concesiones hídricas”.
Héctor Fresina (FIT) es otro de los que votó en contra. Hizo hincapié en que la audiencia pública del Plan se realizó en abril de 2014 sobre la base de otro proyecto presentado por el ex gobernador Francisco Pérez y modificado durante la actual gestión. “Creo que hay una falla procedimental básica”, remarcó.
Asimismo, consideró que no se establece la protección de la cuenca del río Mendoza con la zona protegida Uspallata-Polvareda y que no está planteado ningún mecanismo para evitar que se siga produciendo una concentración de la propiedad de la tierra y de la extranjerización.
Un largo debate
El Plan de Ordenamiento Territorial Provincial responde a la Ley de Ordenamiento Territorial y Usos de Suelo 8.051, que se debatió por más de dos décadas.
2006. La Cámara de Diputados desarchiva un proyecto de los años '90 y lo aprueba, pero recibe críticas de los sectores técnicos.
2007. Se inician las consultas para la elaboración del nuevo anteproyecto.
2008. El Senado da media sanción al anteproyecto elaborado por los especialistas de organismos y universidades.
Enero de 2009. Después de 4 meses de consultas y debates, Diputados lo aprueba por unanimidad.
Mayo de 2009. La Ley 8.051 se aprueba en el Senado.
2011. Se conforma el Consejo Provincial de Ordenamiento Territorial (CPOT), un órgano consultor y asesor de la autoridad de aplicación compuesto por más de 60 instituciones públicas y privadas.
2013. Se conforma la Agencia Provincial de Ordenamiento Territorial (APOT). Entre sus funciones se establece la elaboración del Plan de Ordenamiento Territorial.
Febrero a abril de 2014. El CPOT se reúne para reglamentar el plan, establecer su contenido e instrumentos. También se realiza la consulta pública.
1 de mayo de 2014. El ex gobernador Francisco Pérez presenta el Plan de Ordenamiento Territorial en la Legislatura.
7 de setiembre de 2016. Primera reunión del CPOT con el plan modificado por la gestión de Alfredo Cornejo.
24 de abril de 2017. Presentación del plan modificado en la Legislatura
11 de julio de 2017. La Cámara de Senadores da media sanción al proyecto.
23 de agosto de 2017. La Cámara de Diputados le da aprobación definitiva y convierte en ley el Plan de Ordenamiento Territorial.