Federico Pizarro jugó el partido soñado en el debut de Los Gladiadores contra Dinamarca: 8 goles sobre 12 lanzamientos, con un porcentaje del 67 por ciento de eficacia. Además, dio las respuestas necesarias en los momentos clave y recibió el premio al mejor jugador del encuentro. Una noche mágica para el extremo del seleccionado argentino de balonmano. Así se lo contó a MÁS Deportes.
- ¿Qué lugar ocupa este juego dentro de tu carrera deportiva?
- Todavía tengo frescas las sensaciones, pero sigo contento porque fue un empate que valoramos como un triunfo. Igual, esto no nos puede hacer relajar.
- ¿Cómo evaluás tu producción frente a un rival de tanta jerarquía como Dinamarca?
- Lo mío fue intentar cumplir con lo que demandaba el equipo. A veces, el arco se te cierra y ahora se abrió. Siempre hay cosas que uno hace que se pueden mejorar. En defensa, por ejemplo, pude robar un par de pelotas. Pero siempre digo lo mismo: si el equipo rinde, es porque cada uno pone su cuota.
- ¿Cuál fue la clave para que se produjera una recuperación tan justa y en el momento indicado?
- Lo nuestro era buscar las posiciones largas en ataque y en defensa presionar y presionar hasta que se pudiera. Además, los arqueros sacaron pelotas importantísimas. Todo funcionó de acuerdo a lo que pensábamos.
- ¿Para que está Argentina ahora?
- Para seguir como ahora. Nosotros vinimos con el objetivo de clasificar y este resultado ayuda a cumplirlo, y más de la forma en la que se dio.