A la hora de elegir los pisos para exteriores, hay muchos factores extra a tener en cuenta, ya que debe resistir bien tanto las altas como las bajas temperaturas, así como otras inclemencias del tiempo. Además, aunque los aspectos técnicos sean fundamentales, también tenemos que encontrar un piso que visualmente nos agrade, porque en la terraza o en el jardín pasaremos algunos de los mejores momentos.
CERÁMICA
Los pisos para exteriores de cerámicas son una de las opciones más utilizadas. El motivo, sus muchas ventajas. De fácil mantenimiento y limpieza, la cerámica es resistente a los cambios de temperatura, lo que lo hace ideal para los exteriores.
Hay varios tipos de pisos cerámicos:
1- Baldosas cerámicas: ideal para darle un aire rústico a tu terraza, ya que es más artesanal y por tanto cuenta con irregularidades e imperfecciones que lo hacen muy especial. Aunque, por lo general, se le realiza un tratamiento impermeabilizante, es poco resistente a manchas y el desgaste; pero, como contrapartida, brinda un aspecto natural y fresco al ambiente.
2 - Porcellanatos: es muy recomendable por su durabilidad: resistente al rayado y a las altas y bajas temperaturas. Además es muy versátil y hoy en día se pueden encontrar de muchas formas y colores, o imitando texturas de otros materiales, como piedra, mármol o incluso madera. Es fácil de instalar, aunque hay que tener en cuenta un par de detalles. Al tratarse de un suelo de exterior, sometido a más cambios bruscos de temperatura, hay que dejar juntas de dilatación entre las piezas.
MADERA
A la hora de poner el piso en la terraza muchos piensan en la madera. Se trata de una solución muy estética y confortable, que aunque tiene numerosas ventajas, también cuenta con algunos inconvenientes. A pesar de que es resistente, en general es más delicado que otros materiales y requiere un mantenimiento más continuado, sobre todo si se trata de madera natural. Sintético o natural, la instalación del piso de madera es más complicada que la de otros materiales, por lo que es recomendable acudir a un especialista.
PIEDRA NATURAL
Un material respetuoso con el medio ambiente y visualmente muy agradable es la piedra natural. Tanto pulida como irregular, la piedra es un material de fácil mantenimiento y gran durabilidad. Su singularidad reside precisamente en eso, al ser un material natural cada piedra es exclusiva y única.
Los tipos más comunes de piedra para el pavimento de exterior son:
1 - Lajas: resistentes a todo tipo de clima, son muy recomendables para los lugares más fríos, ya que no se ven tan afectadas por el hielo. Un piso de laja bien cuidado puede ser para toda la vida.
2 - Granito: no es la opción más económica, pero sí una de las más bonitas. Muy recomendable para zonas cálidas, debido a su resistencia al calor, este material es además muy versátil, ya que se encuentra en diferentes colores, tamaños y formas.
3 - Pizarra: muy usada en tejados, ya que se trata de un material muy impermeable y por tanto un buen aislante térmico, la pizarra puede ser también una gran opción para el piso. Tiene un color gris, que va de tonalidades más claras a grises casi negros, que da un aspecto muy particular a la terraza. Una opción estética, pero también muy resistente.
HORMIGÓN
Para dar un toque moderno a la terraza o jardín, los pisos de hormigón pulido son la mejor opción. Aunque suelen usarse más en interiores, al ser tan impermeables se está generalizando su uso en exteriores junto a piletas. El hormigón pulido es fácil de instalar y al tratarse de un material resistente a todo tipo de grasas y detergentes, es fácil de limpiar y su mantenimiento resulta muy económico. Aunque generalmente se ve en color gris, lo cierto es que hay una amplia gama de colores con la que se puede jugar.