El año pasado para esta misma fecha había 198 comerciantes habilitados para vender pirotecnia, mientras ahora la cifra alcanza apenas a 97.
En algunas playas de estacionamiento de los hipermercados recién ayer habilitaron los típicos quioscos de chapa, pero en otras todavía no hay puestos de venta. Por el momento, la gente se acerca a estos locales a averiguar precios o comprar algo pequeño, aunque los comerciantes están esperando que las ventas se incrementen a partir del 20.
En diciembre de 2013 se aprobó una ley que limita la venta de pirotecnia, pero no alcanzó a entrar en vigencia para la Navidad y el Año Nuevo pasados. En cambio, para estas Fiestas ya rige la prohibición de fabricar y comercializar 14 productos, por su alta peligrosidad e impacto sonoro.
Entre otros, quedaron incluidos en la normativa los globos aerostáticos y las cañitas voladoras con paracaídas porque a veces provocaban incendios. También las bengalas y bengalitas, ya que los niños se lesionaban con la llama, y los petardos con más de 20 gramos de pólvora o los volcanes con más de 30 gramos, por el mismo motivo.
El director del Repar (Registro Provincial de Armas), Gabriel Garnica, detalló que hoy vence la inscripción en los municipios para los interesados en vender pirotecnia. Pese a eso, señaló que el año pasado, para el día antes de que venciera el plazo para tramitar la habilitación, se habían inscripto 198 comerciantes y en cambio ahora sólo 97.
De todos modos, resaltó que recién tendrán el número definitivo el viernes que viene -ya que los expedientes se remiten desde las comunas al Repar- y que esperan alcanzar los 400 vendedores que usualmente se registran para esta época.
Garnica reconoció que esta variación en el número de inscriptos se puede deber en parte a que persistió la idea de que se prohibía toda la pirotecnia.
Esto, porque el proyecto de ley original tenía como finalidad restringir por completo el uso de estos productos en la provincia, para proteger a los animales del impacto sonoro. Pero a partir de la discusión entre diversas entidades, entre ellas los fabricantes y vendedores de fuegos artificiales y cohetes, se acordó vedar 14 elementos.
Esperar al día antes
Matías Abraham, del local de Big Bang ubicado en Sarmiento y Perito Moreno de Godoy Cruz, detalló que ellos venden tanto al público en general como a revendedores. En el primer caso, indicó que la gente espera al 23 o 24 y al mismo 31 de diciembre, porque no compran con antelación.
En tanto, como recién hoy cierran las inscripciones para tener la habilitación, planteó que los comerciantes están esperando a tener el permiso para comprar sus productos. Y agregó que las proyecciones son buenas porque han recibido el número habitual de consultas.
Abraham comentó que la tendencia, que reforzó la ley, es a comprar fuegos artificiales, que producen luces y menos estruendo, en lugar de petardos. El comerciante detalló que si bien está prohibida la venta a menores de 16 años, son los niños los que terminan encendiendo los cohetes y a veces se lastiman (aunque se limitó la cantidad de pólvora que pueden tener).
En cambio, a las tortas y cañas las prenden los adultos y los disfruta toda la familia. En cuanto a los precios de estos juegos de luces, oscilan entre los 50 y los 5 mil pesos, de acuerdo a la intensidad, apertura, altura que alcanzan y variedad de diseños.
Juan Ignacio, quien atiende un puesto en la playa de estacionamiento de Jumbo, comentó que recién ayer habían armado el kiosco y sólo una persona había comprado una torta de 60 pesos. Sin embargo, en ese momento se acercó Ana María, que se llevó dos cajas de "chasqui bum" para sus nietos, al tiempo que renegaba del importante incremento en el precio de los juguetes con respecto al año pasado. La mujer señaló que prefería no arriesgarse a llevar otro producto de pirotecnia con el que los chicos pudieran lesionarse.
También Alberto se acercó al puesto con Morena (5), que eligió unas estrellitas, y Tomás (12), que se llevó una caja de petardos. El padre contó que es probable que más cerca de las Fiestas compre algo más para ellos -él no usa porque vio cómo un amigo casi pierde la mano por un cohete- pero chiquito porque son niños. Además, señaló que sufre cuando ve a sus perros cómo se desesperan con el ruido de la pirotecnia.
En otro kiosco en la playa que comparten Easy y Jumbo, Juan Manuel Fragapane dijo que el movimiento ha sido tranquilo, pero que ya le advirtieron que las ventas se incrementan a partir del 23. El joven agregó que, además de esos dos puestos de venta, el dueño tiene otro par en Palmares.
Inspecciones
El director del Registro Provincial de Armas (Repar), Gabriel Garnica, explicó que han mantenido reuniones con todos los municipios para acordar cómo se realizarán las inspecciones. En total, participarán unas 500 personas en los operativos, entre personal del Repar y de las áreas municipales de Industria y Comercio, como también efectivos policiales que ofrecen apoyo cuando se procede a decomisar mercadería. Esto es lo que establece la normativa en caso de que no se cumpla con lo establecido por la ley.
Garnica comentó que el año pasado para esta época habían decomisado alrededor de 1.600 kilos de pirotecnia en toda la provincia, de personas que vendían en forma clandestina (con mantas en el piso o que sacaban los productos del local a la vereda). Sin embargo, hasta ahora no se han encontrado con estas situaciones, pese a que ya han realizado controles.
