La utilización de pirotecnia con estruendo no cesa de causar estragos en personas y animales domésticos y de la calle, pero sin embargo muchas personas la siguen utilizando contra viento y marea.
Fue un animal, lo que de por sí es gravísimo, pero pudo ser una persona la afectada.
Hay una fuerte corriente social y de asociaciones que luchan por un ambiente sano, que vienen bregando por la eliminación de este modo de protestar o de festejar, ya que se utiliza de ordinario, pese a las prohibiciones, en canchas de fútbol, y más libremente en las fiestas de fin de año y algunas otras celebraciones. También por razones de salud, como esgrimen con justa razón los padres de niños con autismo quienes, debido a su sensibilidad auditiva, los hace muy vulnerables a los estruendos.
Es hora de que el Estado provincial y los gobiernos municipales tomen el asunto con mucha seriedad y dureza para terminar con esta malsana y peligrosa costumbre.
Ya hay algunos pasos en esa dirección, por ejemplo los adoptados por el municipio de Godoy Cruz, que utilizó por primera vez pirotecnia fría (que no afecta al medio ambiente) en enero de 2016 durante la Bendición de los Frutos.
La diputada provincial Beatriz Varela está trabajando en un proyecto de ley, en estrecha colaboración con la Secretaría de Ambiente, para intentar lograr este año la prohibición de la pirotecnia explosiva, desterrándola de exhibiciones, festejos, festividades, celebraciones, cumpleaños, conmemoraciones y también del cierre de la Fiesta Nacional de la Vendimia, como ocurrió por primera vez este año.
En la actualidad está teniendo difusión la denominada pirotecnia fría, conocida también como pirotecnia indoor (interior) o efectos especiales, que garantiza la rápida disipación del calor y al mismo tiempo provoca baja densidad de humo, lo cual genera ventajas para trabajar en ambientes cerrados o con presencia cercana de público.
La cuidadosa ingeniería de estos dispositivos permite crear productos que pueden utilizarse en lugares cerrados tales como teatros, salones, estadios entre otros, así como también en fiestas privadas, tales como el arribo de los homenajeados, cortes de cinta en inauguraciones, entrega de premios, momentos especiales en shows y fiestas, entre otros. Las consecuencias por su utilización son menores o casi inexistentes.
Ni qué hablar de los fuegos de artificio que son también una de las principales causas de incendios forestales. Basta con que una mecha encendida entre en contacto con la vegetación para provocar un desastre ambiental de gran magnitud.
Los investigadores sostienen que la pirotecnia o fuegos de artificio resultan muy atractivos ya que son como una lluvia de estrellas, pero lamentablemente también dispersan partículas dañinas y aluminio, que se alojan en el suelo y en el agua.
Por otra parte, la población conoce muy bien los peligros para la salud por el uso de estos implementos que, en general, son quemaduras de alto grado.
Por último, los fuegos de artificio y los explosivos, por inofensivos que parezcan, contienen pólvora, aunque en pequeñas cantidades, pero su estallido puede ocasionar lesiones, casos de intoxicación, especialmente en niños, asociados a la ingesta o la aspiración de la pólvora.
La variedad de afectación en los seres humanos, especialmente niños pequeños, ancianos y personas con discapacidad es tan grande, que la sola enumeración de sus riesgos debería bastar para que se disponga su prohibición en el corto plazo. Lo mismo ocurre si en la lista de afectados ponemos a los animales.
