Ya son 7 los departamentos en donde para las Fiestas no se podrá comprar pirotecnia, al menos dentro del circuito formal. La lista inicial con dos de Valle de Uco (Tunuyán y Tupungato), Luján, Capital y Godoy Cruz se extendió en los últimos días a Maipú y Malargüe, como parte de una tendencia a la que otras comunas dan indicios de sumarse desde el año próximo, mientras los comerciantes reticentes a la medida advierten las dificultades que ya vienen manifestándose para el negocio hace tiempo.
Cerca de las Fiestas, difícilmente se extienda aun mas el área restrictiva que ya representa casi 3 de cada 10 municipios. Otros, como Las Heras, apunta a concientizar sobre el uso y estudia adoptar la misma decisión recién en 2018, al igual que San Rafael y Guaymallén.
En la comuna que conduce Daniel Orozco, la estrategia se perfila inversa. Es decir, no limitar la oferta sino desalentar la demanda, a partir de una campaña de concientización por redes sociales para desestimar su uso promovida por la concejal Karina Ferraris con la consigna "Por una Las Heras sin pirotecnia". El eje: destacar los problemas (ruidos molestos, incendios, accidentes) y a quienes más los sufren (chicos, ancianos, mascotas).
Comercio: entre rechazo, prohibición y venta limitada
Del otro lado del mostrador, los expendedores se manifiestan de distintas formas. Por una parte, con una solicitada para manifestar “preocupación” ante una generalización de la prohibición de la venta de pirotecnia en todo el territorio de Mendoza a la que adhirieron grandes distribuidores mayoristas a nivel nacional.
En medio de la situación, algunos comerciantes ya optaron por salir del negocio. Según Daniel Szejpiacki, dueño de una cadena local “se veía venir, porque cada año se volvía más difícil poder vender en parte porque las habilitaciones llegan tardíamente. Por eso decidimos dejar de hacerlo”.
A criterio del empresario, “en muchos países está bien reglamentado el negocio de la pirotecnia. Pero al parecer es más fácil prohibir”.
Por lo pronto, otra iniciativa empieza a generar expectativa por cuanto propone un criterio selectivo en vez de prohibir el 100% de los productos. Es el proyecto de ley de la diputada provincial Beatriz Varela (UCR) para habilitar sólo el expendio de pirotecnia siempre que se compruebe un nivel de sonoridad aceptable (no más de 90 decibeles).
El proyecto indica que "los ruidos posibles de generar trauma acústico en el ser humano, requieren de una exposición de los 115 a 140 decibeles", equivalente al despegue de un jet, un trueno y/o exposición a un metro de distancia de una bocina de un vehículo grande. Por eso sugiere el rango de 20 a 95 decibeles, con exposición reducida, que sería similar al sonido de un reloj despertador, un teléfono, o el paso de un camión.
Cabe recordar, en ese marco, que en el último mes el Gobierno provincial se había pronunciado casi como un ultimátum: que las próximas Fiestas serán las últimas con pirotecnia, anticipándose a un 2018 con tolerancia 0 en la materia.