En un asalto tipo comando emboscaron a repartidores de carne, les robaron 50.000 pesos que eran de la recaudación del día y, de paso, se llevaron la carga.
Durante el atraco el empleado que iba de acompañante huyó despavorido del lugar y regresó cuando todo había terminado pero el chofer no tuvo la oportunidad: los tres delincuentes lo cercaron y en el proceso le dieron un culatazo en la cabeza.
El robo ocurrió en San Rafael en la siesta del martes en las inmediaciones de Vélez Sarsfield y Tulio Angriman.
Los empleados del frigorífico Vanama regresaban de hacer el reparto en General Alvear y decidieron tomar por Vélez Sarsfield.
Todo transcurría con normalidad hasta que un piedrazo golpeó de lleno en el parabrisas del camión.
Inmediatamente, el chofer giró por Tulio Angriman para escapar pero no llegaron muy lejos: un Peugeot 206 de color gris con tres delincuentes les salió al cruce y los obligó a detenerse.
Según fuentes policiales, el empleado del frigorífico que iba de acompañante salió corriendo y no lo vieron más. En cambio, el chofer no tuvo la misma suerte. Los ladrones lo cercaron rápidamente y uno de ellos le apuntó con una pistola.
Para demostrar que la cosa iba en serio, el ladrón armado le aplicó un culatazo al repartidor de carne en la cabeza que casi lo noqueó. Mientras tanto, los cómplices se dedicaron a revisar el camión, tomaron el morral con los $ 50.000 de la recaudación, los celulares y la llave del vehículo, regresaron al automóvil y, en un abrir y cerrar de ojos, desaparecieron sin dejar rastro.
"Cuando el repartidor se estaba recuperando del culatazo que le dieron en la cabeza, volvió el compañero y ahí los dos fueron caminando hasta la comisaría a hacer la denuncia", comentó una fuente policial.
Pero el mal día todavía no había terminado. Después de hacer la exposición policial, los trabajadores y efectivos de la comisaría 38 regresaron a donde estaba el camión y se encontraron con otra sorpresa: la puerta del térmico había sido forzada y faltaban dos medias reses y un cajón con pollos.
El empleado del frigorífico que recibió el golpe en la cabeza fue asistido en el hospital Schestakow de San Rafael y le diagnosticaron traumatismo de cráneo sin pérdida de conocimiento.
La causa fue caratulada como robo agravado.
