La pared de toda cocina, normalmente, está revestida con azulejos o cerámicos. Además de los motivos decorativos, se limpian mejor y permiten retirar olores. Anteriormente, en una pared pintada, era difícil quitar la grasa.
Sin embargo, en los últimos tiempos, la tendencia de pintar la pared de la cocina va en aumento. La ventaja de la pintura es que podés cambiarla fácilmente, para darle un aire nuevo a este espacio.
La pintura específica para cocina ha ido evolucionando poco a poco. Podés encontrar esmaltes de secado rápido, mucho más resistentes a la hora de poder limpiar la pared, o pinturas plásticas, más baratas, que pueden lavarse igualmente a la perfección.
Además de éstas, hoy existe una pintura que elimina olores. Es un nuevo tipo, de origen biológico, que elimina los olores del ambiente así como las sustancias nocivas del aire, gracias a un efecto bactericida que posee. Esto quiere decir, que todos los olores e incluso el humo, al tener contacto con la superficie pintada, experimentan una reacción química y se descomponen.
En principio, está pensado para utilizarse en baños y cocinas. Además, es inolora, por lo que podés volver a ocupar la superficie pintada inmediatamente, sin tener tener que esperar que se ventile.
Pintar con este tipo de pintura no supone algo distinto a lo que estás acostumbrada. La forma de aplicación es la misma. Debés proteger los muebles y focos del techo con cinta de enmascarar, limpiar la superficie que vayas a pintar, ya que puede tener grasa, y aplicar el producto mediante una brocha, rodillo o pistola.
Hay muchos colores, podés pintar solamente el techo, si tenés azulejos, o pintar todo el espacio con el color que más te guste (hay 86 tonos distintos). En lo que respecta al precio, aproximadamente, son un poco más caras que la pintura normal, pero rinde bastante. No amarillea, se puede limpiar con un paño húmedo y resiste si frotás alguna mancha un poco más complicada.