Pinky, la periodista, política, actriz, ex modelo y conductora de 83 años, vive en una clínica de rehabilitación desde hace un tiempo atrás. Ella decidió mudarse allí junto a Cacho Fontana, su amigo y colega, tras notar un deterioro de su salud.
Y hoy, gracias a un tratamiento revitalizante, la mujer pudo dejar la silla de ruedas y moverse por su propia cuenta. Pinky está siendo atendida por el doctor Rubén Muhlberger, quien confesó: "Estoy muy conforme y satisfecho, me siento pleno de este ser maravilloso. Tenemos una relación de mucho cariño y afecto, y es una persona muy querible. Este compromiso se transformó en una cuestión de sentimiento y amor, de un enamoramiento de su médico con la paciente".
"Tratar a Pinky es más allá de un desafío. Su entorno me eligió para poder lograr en ella estándares otra vez de plenitud y revitalización. Ella es una mujer muy sensible y con una gran trayectoria, me siento orgulloso y muy comprometido con este caso", contó el profesional de la salud.
Fue en "Nosotros a la mañana" que se difundieron imágenes de la artista caminando del brazo del doctor por los pasillos de su clínica. "Muchos hablan de milagros", lanzó la periodista Sandra Borghi al ver el material.
"Tuve que trabajar y diseñar un tratamiento exclusivamente para Pinky. Para eso tuvimos que iniciar unos estudios y no teníamos mucho tiempo. A veces, los médicos tenemos la oportunidad de jugar un poco con los tiempos, pero en este caso no fue así", explicó Muhlberger y sumó: "Fue un desafío mejorarla en todo sentido desde el punto de vista cognitivo; apliqué neurociencia y también realizamos un tratamiento regenerativo de toda la parte locomotriz. Hubo que hacerlo dos o tres veces por semana para que diera resultado y su cuerpo responda".
La última aparición pública de Pinky fue durante el verano, cuando fue a darle el último adiós a su hijo Leonardo Satragno, fruto de su relación con Raúl Lavié. El músico falleció a los 54 años de cáncer. Ella se mostró en silla de ruedas, con anteojos negros y un ramo de flores.