La llegada del ex juez Otilio Romano a Mendoza, luego de que la Justicia de Chile confirmase su extradición, puede suceder en cualquier momento de los siguientes treinta días, dependiendo de la coordinación que lleven adelante las autoridades chilenas y argentinas, pero fundamentalmente, de la firma del decreto correspondiente por parte del presidente de aquel país, Sebastián Piñera, en un momento en el que las relaciones de ambos países no son las mejores, teniendo en cuenta el escándalo que se ha producido con la aerolínea LAN, empresa de la que él fue propietario.
Según el acuerdo bilateral por el que ambos países regulan esta relación judicial, los treinta días constituyen el tiempo límite para que se cumplan los pasos que permitan que el ex camarista, fugado de la Argentina hace exactamente dos años (huyó de Mendoza el 24 de agosto de 2011), cruce la cordillera para ser juzgado como "partícipe primario" en 103 casos de violaciones a los derechos humanos en la última dictadura militar.
Pero desde la oficina del juez federal local Walter Bento advirtieron que ese tiempo podría ser "de hasta 40 días" y que todo depende "de la firma" de Piñera.
Regreso con especulaciones
Los pasos para que Romano vuelva a Mendoza comenzaron la noche del jueves pasado, cuando la Interpol de Chile lo detuvo en su departamento de Reñaca, donde cumplía arresto domiciliario nocturno -desde que el juez de la Corte Suprema Sergio Muñoz hizo lugar al pedido de extradición, en junio pasado- y lo trasladó a un calabozo del Poder Judicial en Santiago. Allí, ayer a la mañana, el mendocino recibió la comunicación oficial de su extradición y luego fue regresado a su domicilio, ahora con arresto domiciliario completo, para esperar la partida.
Si bien es cierto que la decisión está tomada y hay plena seguridad de que Romano debe volver a nuestra provincia, no hay certezas de cómo será el operativo. De hecho, ayer hubo datos confusos sobre la situación y hasta se especuló con que el viaje era inminente, pero eso no ocurrió.
El hecho de que Piñera deba firmar el decreto de salida del ex camarista fue confirmado por fuentes del juzgado de Bento, aunque hubo una versión que aseguraba que no era necesaria la intervención del Ejecutivo por tratarse de un tema que debe resolver la justicia.
Ante los rumores, hubo fuentes que sostuvieron que Romano pisará suelo mendocino recién la semana que viene. "En este momento se debe estar coordinando el servicio de carabineros con autoridades argentinas", indicó Diego Lavado, abogado especializado en derechos humanos.
Por su lado, el abogado Pablo Salinas consideró lógico algún tipo de demora por la necesaria coordinación entre las partes, aunque descartó inconvenientes "porque las leyes de ambos países son claras" sobre cómo actuar en estos casos.
Tanto Salinas como Carlos Quezada Orozco -abogado chileno representante de las querellas argentinas- coincidieron en que el procedimiento tendría que ser simple:"Lo detienen y lo mandan a Mendoza".
De todos modos, comprendieron que esos pasos necesariamente deben cumplir distintas etapas, entre las que se destacan el aviso de la Justicia chilena a la Cancillería argentina, la posterior comunicación con Bento en Mendoza y el montaje del operativo que haga llegar a Romano finalmente a la provincia.
Satisfacción general
Funcionarios y representantes de organismos de derechos humanos se mostraron satisfechos con la decisión de la Corte Suprema chilena.
El embajador argentino en Chile, Ginés González García ?quien estaba junto al ministro de Seguridad nacional, Arturo Puricelli, y el gobernador mendocino, Francisco Pérez, participando en aquel país de un encuentro binacional?, consideró que la noticia es "satisfactoria para todos los argentinos", mientras que Puricelli la consideró buena "porque en la lucha por imponer los derechos humanos, se evita que quienes tienen responsabilidades criminales puedan evitar a la Justicia como lo intentó hacer Romano".
Pérez, en tanto, destacó el avance trascendental desde lo institucional, desde lo político, y fundamentalmente "desde la necesidad de hacer justicia con estos personajes que provocaron mucho daño en la historia no sólo de Mendoza, sino de la región".