Llueve en Buenos Aires, y Joaquín Galán (64) mira a través de un ventanal. "Es un día lindo de otoño", nos comenta, mientras se prepara para charlar con Los Andes.
Es que el eterno Pimpinela vuelve con su hermana Lucía (55) el sábado que viene. Llegan para presentar "Hermanos, la verdadera historia" en el Stadium de Arena Maipú.
Allí "recreamos un poco el libro que sacamos el año pasado, donde contamos cosas de nuestra vida personal y profesional. No solamente de la música sino también de lo personal", explica Joaquín.
En este libro homónimo, una autobiografía cruzada, le abren una ventana a su intimidad a todos los fanáticos: historias personales de la infancia, la relación con su padre, a quien tuvieron que ayudar a enfrentar el alcoholismo. Porque "Hermanos" es, en definitiva, un espectáculo con un costado íntimo que moverá cada fibra de ese público que los sigue desde siempre.
-¿Y la idea de hacer el show ya estaba antes de editar el libro?
-Un poco fue el libro lo que lo motivó, y a final del año pasado (que hicimos unos Teatro Ópera en Buenos Aires) presentamos este nuevo espectáculo, donde contamos nuestra historia de la vida real: viajes, infancia, cómo surgió el dúo, quién nos instruyó, mostrar lo difícil que es hacer una carrera a todos los jóvenes que se inician en esto, la unión familiar.
Es la vida de dos hermanos que después de tener un sueño importante lo pudieron cumplir. De hecho, hoy en día hay muchos chicos que quieren iniciarse en esta carrera, y conocer una historia así les sirve para que vean que no todo es sencillo, que es importante tener una vocación y no empezar al revés, queriendo ser famoso.
-Y ustedes tienen contacto con estas ilusiones en los certámenes donde son jurados, donde ven aparecer estrellas que nacen y se extinguen, porque el desafío es la permanencia...
-Sí, y ahora es una época en la que a través de las redes sociales los chicos tienen más posibilidades de mostrarse a través de estos realities. A nosotros nos parece buenísimo que existan, porque si bien sé que a algunos artistas no les gusta que salten a la fama de la mañana a la noche con “Operación Triunfo”, “American Idol” o “La Voz”, a mí me parece una gran oportunidad para aquel que está empezando.
Después, el público decide con el tiempo si el artista se mantiene ahí o no. Porque que ganes un concurso, que bien merecido se lo tienen, no significa que ya vayas a quedar haciendo una carrera artística. Creo que es muy válido dar esas oportunidades. Y a nosotros nos gusta participar, porque nos vemos representados ahí cuando empezamos.
-Saben lo que significa el esfuerzo...
-Eso sí lo sabemos. Somos hijos de inmigrantes españoles y la cultura del esfuerzo y del trabajo la aprendimos desde chicos. A la pasión o la vocación que uno tiene por algo, hay que apoyarla con mucha cultura del trabajo, que es lo que te lleva en definitiva a la meta. Podés ser muy talentoso, pero si no sos perseverante, dedicado, disciplinado, el camino no alcanza, y mucho menos se mantiene.
-Volviendo al libro y al show, imagino que no habrá sido fácil calibrar una autobiografía entre dos personas...
-Fue una idea de la Editorial Planeta, que nos propuso a cada uno que escribiera por separado. A veces coincidimos en los momentos que fueron relevantes y cómo los vivimos, pero yo no me enteré de lo que escribió Lucía hasta que leí el libro, y ella igual. Eso nos pareció divertido.
Ahí descubrimos cosas de las que quizás ni siquiera habíamos hablado en nuestra infancia o adolescencia juntos. Determinados hechos profesionales o familiares cada uno lo toma de diferentes maneras: ella es mujer, yo soy hombre, hay nueve años de diferencia, cada uno lo toma de maneras distintas.
Así, el dúo de “Olvídame y pega la vuelta” tuvo visiones enfrentadas en algunos capítulos, como el más delicado del libro, en el que hablan de la adicción al alcohol de su padre. Allí, han expresado que tuvieron visiones diferentes: “A Lucía la imagen paterna la marcó mucho. En mi caso, mi postura desde la adolescencia fue cubrir el hueco que él dejaba”, acotó Joaquín en otra entrevista.
-¿Y les gustaría ver esta historia en alguna película o miniserie, que ahora están tan de moda?
-Sí, estaría bueno. De hecho tuvimos algunas conversaciones con Daniel Burman (“El rey del Once”, “Edha”) hablando un poquito de este asunto. También con Jorge Maestro y Sergio Vainman, que han hecho tantas obras de teatro y televisión exitosas. Si se encuentra la forma de contarlo sería divertido, interesante, pero no sé si ahora, más adelante quizás.
-Habrá que dejar madurar el proyecto...
-Porque en definitiva es la historia de una familia típica argentina de Hispanoamérica: inmigrantes, de clase media y con sueños, que trabajaban día a día para mantenerse. Más allá de Pimpinela, creo que la gente se vería identificada.
-Cambiando de tema, ¿estuviste invitado a participar del homenaje a Mirtha Legrand por sus 50 años de programa?
-Sí, hicimos una participación muy linda con Laurita Fernández, ella imitando a Mirtha y yo cantando, como tantas veces he cantado en lo de ella, ¡porque a ella le encantan las canciones de Pimpinela!
-La hija de Lucía, Rocío Hazán, debutó como actriz hace poco en "Golpe al Corazón", ¿tu hijo Francisco tiene alguna vocación artística?
-Pancho hizo una banda hace tres o cuatro años. Él también es compositor, pero después se inclinó más para el lado de la tecnología, es un gran emprendedor. Rocío debutó y está también con una amiga preparando un dúo para lanzarse.
La ficha
Pimpinela presenta “Hermanos, la verdadera historia”
Fecha y hora: sábado 9 de junio, a las 21.30.
Lugar: Arena Maipú (Civit y Maza, Maipú).
Entradas: de $ 700 a $ 2.400, disponibles en tuentrada.com, en Arena Maipú (lunes a sábado de 10 a 20), Maxi Mall (lunes a sábado de 10 a 20, domingo de 12 a 18), Musimundo (Shopping Portal Los Andes, Godoy Cruz; lunes a viernes de 10 a 18), Chamu Rockería (San Martín; lunes a viernes de 9 a 12.30 y de 16.30 a 21).