Pilar ya consiguió la silla de ruedas que le permitirá cambiar su vida

La pequeña de Guaymallén tiene parálisis cerebral pero por no tener recursos sólo podía deslizarse por el piso.

Pilar ya consiguió la silla de ruedas que le permitirá cambiar su vida
Pilar ya consiguió la silla de ruedas que le permitirá cambiar su vida

Pilar, la pequeña con parálisis cerebral que no tenía recursos para trasladarse, ya tiene su silla de ruedas gracias a la solidaridad de los mendocinos. Está feliz, se nota en la sonrisa que esboza, y en tan sólo un día ya aprendió a impulsarse al menos un poco con sus delgados brazos. 

Tiene 4 años y unos pocos rulitos dorados que se escapan de la naciente de su cabello. Sus grandes ojos expresan lo que quizás no puede decir con la voz. La situación de vulnerabilidad en la que se encuentra fue publicada el lunes por Los Andes, ya que pese a las gestiones y a que es su derecho, la familia no ha logrado cobertura de sus necesidades. Por ello, como no tenía silla de ruedas se trasladaba en brazos o deslizándose por el piso. 

Luego de la publicación ella y su familia han recibido, como un abrazo, una lluvia de ofrecimientos de ayuda.


Ignacio Blanco / Los Andes
Ignacio Blanco / Los Andes

"El lunes a las 6 de la mañana empezó a sonar el celular y siguió todo el día, tanto que se bloqueaba", contó Cinthia Aciar, su mamá.

Relató que llegó mucha gente hasta la casa que traía sillas y otras cosas, entre ellas pañales, que la niña usa todo el día. 

Se mostró muy emocionada por la generosidad y dijo que ha sentido que los que menos tienen son los que más buscan ayudar. Contó que el andador que recibió se lo trajo una mujer cuyo hijo también tiene una discapacidad. La silla es del Banco Rotario de Elementos Ortopédicos.

Un poco de libertad

Sus padres aseguran que Pilar está muy contenta y cuando vio la silla sabía que era para ella. Ahora sus hermanos se pelean por trasladarla. "Le va a cambiar el estilo de vida y podrá movilizarse un poco sola, sin depender de nosotros", destaca su padre, Ramón Guiñazú.

Hasta ahora, Pilar permanecía sentada en una silla alta de totora desde que se levantaba, pero veía a sus hermanos jugar y quería ser parte. Así que la opción era ponerla en el piso, sobre un colchoncito. Pero se deslizaba y eso siempre le rompía los pañales.


Ignacio Blanco / Los Andes
Ignacio Blanco / Los Andes

"Ahora podrá salir, estar afuera y hasta ir a comprar en vez de quedarse", dijo su mamá, entusiasmada por los cambios que se vienen. Pilar Pesa sólo 11 kilos ya que por su condición está desnutrida, esto es casi un cuarto de lo que pesa una niña de su misma edad.

Excusas

Cinthia asegura que se cansó de golpear puertas sin éxito. Si bien Pilar tiene el certificado de discapacidad no ha logrado cobrar la pensión que le corresponde, pese a que hace dos años la tramita. 

Por otra parte, relató que la obra social que tienen tampoco ha cubierto las necesidades adecuadamente, aunque es obligación la cobertura total. Peor aun: ha buscado excusas para no hacerlo. Por ello, un estudio que debía hacerse Pilar hace meses no se le hizo y el botón gástrico que tienen colocado para alimentarse, que Cintia debía cambiar cada 6 meses, ya lleva un año.

Desde la Defensoría de Personas con Discapacidad aseguraron que hay una vulneración de derechos y ya han tomado cartas en el asunto. Están haciendo los reclamos,  aunque dijeron que lo de la pensión es complicado porque hay gente que reclama desde hace más de cinco años. 


Ignacio Blanco / Los Andes
Ignacio Blanco / Los Andes

Como el caso se hizo público desde la obra social se comunicaron con ellos y diciendo no estar al tanto de la situación. "Hace 4 años que mi hija es afiliada, ¿cómo no van a tener ningún registro?", adujo Cinthia.

Contó también que se comunicaron desde otras áreas a las que ya había ido. "Ahora quieren hacer todo, parece que nos quieren callar", subrayó. Desde el lunes, junta promesas. Dijo que espera que se hagan realidad para cambiar la vida de su hija.

Cómo seguir ayudando

La mayor necesidad de Pilar era tener una silla de ruedas. Pero además, algo fundamental era tener un andador, lo cual también ya recibió. Le falta tener el soporte para mantener firmes sus piernas y poder usarlo. Las personas que le acercaron ayuda a la familia le donaron pañales para un mes y un desconocido, $2.000 para un envase de la leche especial que consume, de los cuales usan 10 al mes.

Otra gente acercó ropa y juguetes para la niña, algo de mercadería y zapatillas. Pero la familia tiene escasos recursos por los gastos de cuidado que afronta. Los hermanitos de Pilar comparten cama y la vivienda es muy humilde. El teléfono de contacto es 2612489554.

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