La corte provincial deberá resolver el caso de los médicos Gustavo Arzuza (48) y Carlos Gassibe (64), condenados por la muerte accidental de el paciente de Roberto del Barco (45), quien falleció al recibir la anestesia previo a ser operado por los galenos en julio de 2013.
El 18 de abril pasado ambos cirujanos fueron condenados por los jueces de la Primera Cámara del Crimen a cuatro años y seis meses de prisión y 9 años de inhabilitación para ejercer la medicina por el delito de homicidio culposo.
Durante los alegatos de debate la fiscal de Cámara Laura Rousselle había solicitado 11 años de prisión para Arzuza y 9 para Gassibe pero por el delito de homicidio simple con dolo eventual (con intencionalidad).
En cambio los defensores de los médicos -Martín Ríos y Matías Aramayo- habían pedido la absolución lisa y llana de los acusados.
Ahora los defensores casaron la sentencia y será la Corte provincial quien decida si la hecho de los camaristas fue correcto o bien considere que se trató de un homicidio simple como sostuvo la fiscal, o bien si es la posición de la defensa -la absolución- la que debe prevalecer.
La estrategia de los defensores, luego de estudiar los fundamentos de la sentencia, fue sostener que la fiscal, a la hora de alegar tuvo en cuenta 5 elementos de gran importancia para sostener la culpabilidad de los médicos. En cambio, los magistrados solo valoraron dos de ellos que ahora fueron rebatidos por los defensores.
En primer termino, la Cámara tuvo en cuenta que durante la fallida operación no había un anestesista presente. Según la posición de la defensa, no existe una normativa que establezca la presencia de un anestesista en todas las operaciones.
Por otra parte, la defensa sostiene que nunca se acreditó en el debate cómo llegó la anestesia al cerebro del paciente Del Barco.
El otro punto que deberá resolver la Corte es el de la pena establecida por el tribunal que fue alta si se tiene en cuenta que la máxima condena para el homicidio culposo es de 5 años y la inhibición máxima es de 10 años.
El argumento de los defensores es que la fiscal había solicitado una pena más baja -aún con otra carátula- y la Cámara lo condenó por una pena alta, teniendo en cuenta que los médicos no tienen antecedentes penales.
La reciente casación le permite a los profesionales de la salud seguir libres hasta que la sentencia no quede firme, aunque el cirujano Arzuza seguirá preso, no por la muerte de Del Barco sino por la de otra paciente, Isabel Beatriz Gattari (48), quien falleció el año pasado, después de que el médico le realizara dos cirugías estéticas seguidas en una clínica ilegal ubicada en Alem al 300 de Ciudad.
El caso
En 2013 el empresario de transporte Del Barco conoció al médico Arzuza en el Colegio Español, donde cursaban sus respectivas hijas menores.
El empresario tenía sobrepeso y el médico le aconsejó que se realizara una liposucción abdominal que se pautó para el 15 de julio de 2013 en la clínica Excéllar -en Pedro Molina casi Perú de Ciudad- que no estaba habilitada para realizar ese tipo de práctica.
Luego de realizarse algunos estudios prequirúrgicos, Del Barco llegó con su mujer a los consultorios para una cirugía estética que nunca se llegó a realizar.
El hombre falleció pocos minutos después de que los médicos le inocularan una dosis de bupivacaína, un anestésico que el paciente no pudo resistir.
La familia denunció el caso a la Justicia y Laura Rousselle -por ese entonces fiscal de Capital- detuvo a los dos profesionales el 10 de octubre. La imputación fue por homicidio simple con dolo eventual y, días después, la Justicia les otorgó la libertad luego de que pagaran una fianza de 100 mil pesos cada uno.
