Teniendo en cuenta que el verano es la época donde más caza furtiva se registra en Mendoza, desde el Gobierno y la Fundación Cullunche solicitan que la población se comprometa denunciando a quienes la practiquen. Las especies más afectadas son el guanaco, el choique y la liebre mara.
Debido a la gran extensión de territorio en el que se desenvuelven los cazadores ilegales, el jefe del Departamento de Fauna Silvestre de la Secretaría de Ambiente y Ordenamiento Territorial, Adrián Gorrindo, destacó que "si no contamos con el apoyo de la población es más difícil combatir este tipo de actividad".
Por esta razón, es que desde diferentes sectores llaman a los ciudadanos a comprometerse en el cuidado de especies protegidas por la ley provincial 4602 y su modificatoria, la 7308.
Se trata de "el guanaco, el choique (ñandú), la liebre mara, el pichiciego, el cóndor y la tortuga del Cerro Nevado", detalló Jennifer Ibarra, titular de la Fundación Cullunche. Las más buscadas por los cazadores son las tres primeras.
Ibarra agregó que "es importante que la gente denuncie y que también entienda que los animales silvestres no son mascotas". En este sentido, en 2016 fueron rescatadas más de 1.000 aves de la venta y el tráfico ilegal de fauna silvestre, sin contar las rapaces.
Respecto a estas últimas, el daño no tiene que ver con la cacería para el consumo ni para tenerlas como mascotas, si no más bien por el maltrato en sí, debido a “que son muy confiadas”, precisó Gorrindo.
La iniciativa de pedir que la población denuncie surge porque existen personas que trabajan en complicidad con los cazadores, avisándoles cuando ven pasar los operativos que buscan desalentar este tipo de actividad.
La Ruta Provincial 13 es uno de los caminos más utilizados para la caza furtiva, debido a la gran colonia de guanacos que se ha formado en la reserva Villavicencio y la extensión del lugar.
Para evitar controles, los cazadores buscan caminos alternativos a la misma, siendo la mayoría huellas de tierra en las que sólo se puede circular con motos y vehículos 4x4. Fue en uno de esos senderos donde el miércoles secuestraron 120 kilos de carne de guanaco (ver aparte).
Recientemente, en Lavalle, el Valle de Uco y San Rafael también se han realizado operativos que derivaron en el decomiso de quirquinchos, vizcachas y choiques, principalmente. Además, fueron secuestradas armas de fuego y blancas.
Cuánto se paga la carne
Parte de la carne de guanaco se vende en tiras en el mercado negro para ser molida y mezclada con carne de vaca o cerdo, para relleno de chorizos. Al respecto, Gorrindo reconoció que se hace muy difícil el control de las carnicerías, especialmente en los barrios más alejados de las zonas urbanas.
“Hace falta más control de organismos específicos en el tema, como Ganadería o Senasa”, precisó. Actualmente, el kilo de carne de lomo de este camélido ronda los $ 130. En cuanto al ñandú, se está pagando $ 4 mil por animal, mientras que el quirquincho cuesta $ 220. En todos los casos, los valores suben en invierno, cuando se hace más difícil conseguirlos.
Como se trata de animales silvestres, no están sometidos a ningún tratamiento que pueda garantizar la sanidad de los mismos. Además, son faenados en el mismo campo y trasladados sin ningún tipo de refrigeración, lo que puede poner en riesgo la salud de quienes los consumen.
Decomisan 120 kilos de carne de guanaco
El miércoles el Departamento de Fauna Silvestre y la Policía Rural decomisaron más de 120 kilos de carne de guanaco que era transportada por cazadores furtivos que circulaban sobre la Ruta Provincial 13.
Según explicó Gorrindo, “los veníamos siguiendo desde hacía rato”. Cuando dieron con los 4 sujetos, que se trasladaban en moto, uno de ellos intentó huir pero fue capturado. Al momento de la detención habían arrojado los morrales que contenían la carne, por lo que las autoridades tuvieron que rastrillar la zona para dar con la evidencia.
Como los guanacos habían sido faenados en el lugar mismo en el que fueron cazados (para optimizar la capacidad de carga), Policía Rural se movilizó para encontrar el resto de los cadáveres, algo que no se pudo lograr hasta la tarde de ayer. “Entre las piezas de carne encontramos 6 lomos, lo que correspondería a 3 animales”, manifestó el jefe del Departamento de Fauna Silvestre.
Los cazadores quedaron detenidos y las motos fueron secuestradas porque no tenían los papeles de las mismas. La multa por matar un guanaco ronda los $ 25 mil.
Este procedimiento se suma al realizado el lunes 13 de febrero, en el que Inspectores de la Delegación de Fauna en el Valle de Uco secuestraron gran cantidad de pejerreyes y 5 quirquinchos que habían sido cazados con perros y rematados con cuchillos. Los operativos tuvieron lugar en Pareditas y el embalse Agua del Toro, en el sur mendocino.
Cabe aclarar que en dicho embalse está permitida la pesca de hasta 30 pejerreyes y dos truchas por pescador, por salida o excursión de pesca. En cuanto a las carpas y los dientudos, no rige restricción en cuanto al límite de extracción.
En mayo de 2016 se había realizado un operativo importante también en inmediaciones de la ruta 13, donde las autoridades dieron con cazadores que trasladaban los restos de 6 guanacos que ya habían sido trozados, aunque seguían con el cuero. También secuestraron dos carabinas calibre 22 -una con mira telescópica-, más de 150 municiones calibre 22, 5 cuchillos de caza, un machete y dos linternas.
Dónde llamar
Las denuncias se pueden hacer al 4252090 (Recursos Naturales) o al 911, donde se los derivará a la Policía Rural de su departamento.
También a la Fundación Cullunche al 4300059 o a través de Facebook.
“Si adjuntan fotos, videos o cualquier tipo de prueba es mejor, porque podemos lograr que se hagan allanamientos”, sugirió Ibarra.
