A mediados de diciembre, una fuerte crecida del río Tunuyán Inferior se llevó un puente en Rivadavia, que unía zonas productivas de Santa María de Oro. Desde entonces, un grupo de vecinos, viñateros y docentes que viven o trabajan al sur de ese río se ven obligados a dar un gran rodeo de más de 20 kilómetros, sin que en este tiempo hayan sido escuchados sus reclamos. Ahora, Vialidad asegura que en una semana comenzará con la reparación del puente.
“Se lo llevó el agua y desde diciembre los que estamos de este lado del río, hacia el sur, hemos quedamos aislados porque lo que antes era un viaje de 7 kilómetros para llegar al centro de Rivadavia ahora hay que dar un vueltón de más de 20 kilómetros y cruzar por el puente del dique”, cuenta Alan González, que vive en una finca de calle Manen, a 1 kilómetro del río. Todos en esa zona están en la misma situación.
El puente en cuestión estaba al sur del pueblo de Santa María de Oro, por calle Liniers, y servía para cruzar el río Tunuyán y conectar del otro lado con las calles de tierra Nueva Gil y Manen, una zona netamente productiva de la región donde también está la escuela primaria 1-432 Presbítero Olguín.
“Ese puente estaba construido sobre cuatro caños y cada uno de ellos soporta un caudal de hasta 10 metros cúbicos por segundo”, explicó Daniel Gargantini, de Vialidad Provincial: “Entre los cuatro caños suman 40 metros cúbicos por segundo como máximo, pero en diciembre por el río Tunuyán Inferior llegaron a pasar 110 metros cúbicos y fue demasiada agua, por eso es que el puente se derrumbó”.
Hoy, los accesos a la zona donde estaba el puente se encuentran cortados por montículos de tierra que, a ambos lados y a unos 100 metros del río, atraviesan el camino e impiden el paso; como resultado, nadie circula por allí desde hace meses, por lo que el camino comenzó a llenarse de basura y de yuyos que ganaron la banquina y avanzan sobre el asfalto.
En el cauce del río, algunos de los caños permanecen en su lugar, pero otros fueron arrastrados por la correntada a lo largo de varios metros; tampoco hay rastros del material que formaba el camino y aunque el caudal ha ido disminuyendo, no hay manera de cruzar el río en vehículo y hacerlo a pie supone meterse al agua.
En la escuela Olguín, los maestros aseguran que han presentado notas a la comuna y a Vialidad pero que no han tenido resultados. “Todos los docentes de esta escuela tenemos que hacer 20 kilómetros más de camino y casi la mitad de ellos por calles de tierra, son 400 pesos de combustible por semana”, dice una maestra y agrega: “Cuando estaba el puente se llegaba a la ciudad de Rivadavia en unos pocos minutos, ahora eso no pasa y ni pensar en que tengamos una emergencia”.
Sin embargo ya la hubo: hace algunas semanas, un alumno de la Olguín se cayó en el patio y se abrió la cabeza, pero como el centro de salud y el destacamento policial están al otro lado del río, los maestros tuvieron que cargar al chico en un auto particular y dar toda la vuelta por el puente del dique para poder darle auxilio en el hospital. El chico recibió cuatro puntos de sutura y se encuentra bien, pero nadie en la escuela quiere pensar en qué ocurriría si pasa algo más grave.
Incluso hay alumnos de la Olguín que no pueden cursar porque falta el puente, como ocurre con algunos chiquitos de la sala de 4 años que viven en el pueblo y como no tenían banco en la escuela Chubut (más cercana), se anotaron en la Olguín: “Los niños de la sala de 4 que viven al otro lado del río y vienen a esta escuela, todavía no empiezan las clases porque no tienen cómo cruzar”, confirma la maestra.
Finalmente, hay problemas con el flete que muchos productores deben pagar para la cosecha y que se encareció: “Encima que es un año malo por las lluvias y el granizo, no tenemos puente”, dice uno de ellos, acostumbrado a cruzar el río por calle Liniers.
Aseguran que la próxima semana empieza la obra
Desde la comuna de Rivadavia aseguran que la próxima semana Vialidad comenzará con los trabajos y el intendente, Miguel Ronco, explicó que el municipio hizo “varios reclamos por el puente a pedido de los productores y vecinos de la zona”.
El dato fue confirmado por la delegación en el Este de Vialidad: “Hasta ahora no se ha podido trabajar en esa zona del río porque el caudal era mucho y se hacía imposible reparar el puente”, explicó el delegado Jorge García Salazar. Y completó: “Ahora que viene menos agua vamos a hacer un bypass en el río para secarlo y poder trabajar”.
Desde Vialidad sostienen que una vez comenzado el trabajo, la obra demandará unos 30 días de tareas y que los caños de metal que arrastró y deformó el agua van a ser reemplazados por caños de hormigón de 2 metros de diámetro, más pesados y resistentes.
