La fundación ambientalista Cullunche, que encabeza Jennifer Ibarra, ha presentado una iniciativa en la Cámara de Diputados, para que se prohíba la quema de cubiertas en las protestas y piquetes gremiales y sociales que se multiplican en las calles y rutas de la provincia.
Ibarra, médica veterinaria, dirigió una nota al presidente de la Cámara baja, Jorge Tanús, ofreciendo las argumentaciones para que se frene por ley la perniciosa práctica, que se traduce en extensas y contaminantes humaredas.
Estudios realizados en la provincia de Tucumán, a cargo del licenciado en Química, Juan Carlos Luján, de la Universidad Tecnológica de esa provincia, arrojaron alarmantes resultados.
La concentración de algunos contaminantes superan en varios centenares de veces a la concentración de referencia que se toma como aire normal, en tanto que se pudo comprobar que el radio de impacto ambiental evidenciable generado por estos episodios abarca más de 150 metros, cubriendo alrededor de 4 hectáreas.
"Una hora cerca de un piquete que haya prendido fuego a neumáticos, equivale a 100 días de respirar el aire propio de una ciudad grande", añadió la militante ecologista.
Por otra parte, la contaminación atmosférica ocasionada por la quema emite hacia la atmósfera humos pesados con partículas carboalquitranosas, las cuales terminan sedimentando sobre superficies domésticas y afectando algunos alimentos expuestos a la atmósfera, como es el caso del pan, las frutas y las verduras que se consumen crudas.
También esa contaminación tóxica es causante de afecciones respiratorias, ataques de asma en gente mayor e infantes, además de afectar a quienes sufren alergias respiratorias. "Los médicos han establecido -añadió Jennifer- que la absorción de las emanaciones de la cubiertas son probadamente cancerígenas".
El listado de sustancias cancerígenas es variado, y están identificados elementos como compuestos alquitranados, benzopirenos, nutrosaminas e inclusive ácido sulfúrico. Como la que se produce es una combustión incompleta, el fuego en contacto con el material regenera sustancias nuevas, igualmente nocivas para la salud humana.
Aunque la ambientalista presentó la propuesta en la Legislatura, tiene el temor de que prospere un criterio restrictivo, en el sentido de que podría considerarse como una intención de victimizar la protesta y no sería bien visto.
Sin embargo, la secretaria general de ATE Mendoza, Raquel Blas, admitió que el planteo de Cullunche es real.
"Yo misma, y mis compañeros, sentimos las consecuencias de estar expuestos a esa contaminación y debemos tomar leche para neutralizar en parte los efectos nocivos". La dirigente sostuvo que si bien todavía persiste esta forma de expresar disconformidad, "en los planteos de nuestro gremio tratamos de que se dé cada vez menos. No podemos negar que es nuestra responsabilidad tratar de de buscar otras alternativas frente al reclamo". Inclusive, sostuvo que en más de una oportunidad se pensó en quemar leña, "que igual produce humo, pero no tan contaminante"-
En tanto, el diputado nacional y secretario del Sindicato Petróleo y Gas Privado de Cuyo, Dante González, manifestó que le parecía bien la propuesta y también la apoyaba "por nuestro compromiso con el medio ambiente y la salud". Añadió que en su organización no emplean este método, que si practican otros sectores afines, como los ypefianos en su prolongada lucha para cobrar las acciones coparticipadas de la petrolera estatal, que debe pagar el Estado nacional.
"Una acción que podrían aplicar los autores de estas quemas, si persisten en cortar vías de comunicación, lo que no está bien de hecho, sería colocar la cubiertas sobre el pavimento, pero sin prenderles fuego", sostuvo un habitante de Capital, cansado de sufrir la agresión de estas fogatas contaminantes.