Prisión perpetua fue el pedido del Ministerio Público Fiscal para Victoria Villareal (23), una joven de Luján que está acusada de la muerte de Segundo Moreira (70), asesinado a golpes en agosto de 2016 en una finca de Luján.
Por el caso también está imputado un joven que, al momento del crimen, era menor de edad y por ello está sometido a proceso por un juez de menores.
Ayer comenzaron los alegatos por el homicidio de Moreira, quien se desempeñaba como casero en una finca de Agrelo. El fiscal de Homicidios Horacio Cadile solicitó a la jueza penal Belén Salido que condene a Villareal a prisión perpetua ya que la mujer está imputada por homicidios criminis causa.
En cambio, Facundo Marquesini, abogado de la mujer, pidió que sea absuelta.
Para el fiscal está probado que la joven participó del crimen ya que sus huellas dactilares fueron encontradas en la casa, concretamente en una colilla de cigarrillo y en una botella que estaban en la escena del crimen y fueron encontradas por peritos de la Policía Científica.
Durante el debate la chica se defendió, declarando que, efectivamente, estuvo en la casa de Moreira una semana antes del crimen, en un asado donde se celebraba el cumpleaños de la víctima. Otros testigos dijeron que esa fiesta existió aunque el hombre no cumplía los años en agosto, mes en que se perdió la vida.
El defensor, por su parte, sostuvo que en la pala y el pico que se usaron para matar a Moreira no estaban las huellas de la chica sino las de un hombre que no ha sido identificado.
Además, durante los allanamientos no se encontraron en la casa del imputado los objetos robados en la casa de Agrelo.
Villareal y su novio -el menor sospechoso, conocían a Moreira: el hombre los había contratado para que el chico pintara la casa y la chica limpiara la vivienda.
El caso
El 22 de agosto de 2016, alrededor de las 15, el dueño de la finca "Tejada", ubicada sobre el kilómetro 25 de la ruta 40 en el distrito Agrelo, alertó a la Policía. Había encontrado el cadáver de Segundo Moreira, el casero del lugar.
Cuando una comisión policial llegó al lugar constató los dichos del dueño de la finca. Moreira yacía en el suelo en el interior de la vivienda. Según el relato de quien lo encontró, hacía una semana no veía a la víctima.
El médico de la Policía constató el deceso e informó que el cadáver presentaba una herida cortante en la cabeza, que le produjo la muerte.
Los investigadores determinaron que el ataque se produjo con herramientas que se encontraban en la finca.