Prisión perpetua fue el pedido que hizo el Ministerio Público Fiscal para Sergio Domínguez y Alexis Oliva (22), dos jóvenes albañiles lavallinos que están acusado del asesinato de Natalia Sandoval (35), una mujer trans que trabajaba como secretaria.
La fiscal de la Primera Cámara del Crimen, Laura Rouselle, durante los alegatos acusó a los dos jóvenes del delito de homicidio criminis causa (matar para ocultar un delito). Según la posición de la fiscal, los acusados mataron a Natalia para luego robarle el auto -un Fiat Uno modelo 2011- y luego intentar venderlo por una cifra irrisoria: 10 mil pesos.
Natalia Sandoval fue encontrada sin vida el 5 de junio del año pasado en Víctor Hugo y Falucho de Rodeo del Medio. Su cuerpo estaba oculto en medio de matorrales, cerca de la laguna El Viborón. Fue acuchillada, golpeada en la cabeza y asfixiada.
Su auto fue encontrado al día siguiente en el bulevar Belgrano al 700, en Costa de Araujo, cuando los dos jóvenes acusados intentaban venderlo en un taller mecánico.
Muerte violenta
Luego de detallar que la víctima fue ultimada de 7 puñaladas en el tórax (uno de ellos le perforó el pulmón), 3 golpes en la cabeza con un objeto contundente, y finalmente asfixiada durante dos minutos, la fiscal dijo: "Todo el tiempo luchó por su vida, se defendió. El ataque fue realizado por los dos. La mataron para lograr impunidad".
A la hora de pedir la pena, Rouselle consideró que se trató de un hecho especialmente grave porque ejecutaron un plan que pudieron llevar a cabo porque conocían a la víctima.
"Ambos conocían a Natalia, ambos estaban vinculados (vivían juntos), ambos aprovecharon el vínculo que tenían con ella, usufructuaron la confianza que les tenía", afirmó la fiscal.
A la hora de evaluar las pruebas, consideró una larga serie de indicios: a) fueron los últimos en comunicarse con ella; b) estuvieron toda la noche posterior al crimen con el auto y el celular de la víctima; c) fueron vistos 30 minutos después del homicidio en el auto de la travesti; d) vendieron las alfombras del auto y el celular de la víctima, y e) borraron todos los mensajes de ese teléfono para no verse comprometidos.
"Son indicios graves, unívocos; no pueden interpretarse de otro modo", sostuvo la representante del Ministerio Público Fiscal.
Esta posición fue sostenida por Mariano Tello, representante de la familia de Sandoval. El abogado marcó "la frialdad y el cinismo que los llevó a declarar y desconocer hechos que están probados, para tratar de engañar al tribunal".
"Fue la confianza de la víctima y el trato cercano lo que les permitió citarla para luego cometer un crimen aberrante y asegurarse la impunidad del robo", aseguró Tello.
Por su parte, las defensoras oficiales que asisten a Domínguez y a Oliva pidieron la absolución de sus defendidos, sosteniendo que no hay elementos directos que los ubiquen en el lugar del hecho.
El martes próximo los jueces de la Primera Cámara del Crimen dictarán sentencia.