Sociedad
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hace 18 horas
La fiscalía pidió una pena de 1.170 años de prisión para un ex jefe de policía acusado de ordenar la violenta toma de la embajada de España en Guatemala en 1980, hecho en el murieron 37 personas, entre ellas tres españoles y el padre de la Premio Nobel de la Paz 1992, Rigoberta Menchú.
El acusado, que alega ser inocente, es Pedro García Arredondo, quien dirigía el temido Comando Seis de la extinta Policía Nacional y cuyos hombres encabezaron la acción en la sede diplomática el 31 de enero de 1980.
El juicio entró ayer en su fase de conclusiones y la fiscal Hilda Pineda pidió la pena de 30 años de prisión por cada víctima.
Además, solicitó una pena similar por dos intentos de homicidio en hechos posteriores, incluido el que afectó al embajador español, Máximo Cajal, quien sobrevivió a los hechos. También quedó con vida un campesino, pero fue secuestrado de un hospital y asesinado días después.
"En su posición de jefe del Comando Seis de la PN, García Arredondo fue partícipe en grado de autor del asesinato de las 37 víctimas, quienes se encontraban en total indefensión", argumentó Pineda, para quien la acción policial no fue "un accidente" sino un hecho con características de "operación de inteligencia".
El próximo 31 de enero se cumplirán 35 años del suceso y se espera que el Tribunal B de Mayor Riesgo emita su sentencia tras escuchar los alegatos finales de las partes procesales. Del debate también participa Menchú como querellante adhesiva. La premio Nobel había accionado originalmente contra militares que ejercían el poder en Guatemala en esos años, pero éstos murieron.
Se encuentra prófugo el entonces ministro de Gobernación (Interior), Donaldo Álvarez. García, de 69 años, enfrenta en solitario los cargos luego de que en 2011 fuera capturado por la desaparición y muerte en junio de 1980 de un estudiante universitario. Un tribunal lo condenó en agosto de 2012 a 70 años de prisión por este delito.
La quema de la embajada de España ocurrió durante el gobierno que presidía el general Romeo Lucas, en la época más sangrienta del conflicto armado guatemalteco (1960-96) que dejó al menos 200 mil muertos y 45 mil desaparecidos, según la Comisión para el Esclarecimiento Histórico (CEH), de la ONU.
