Para los vecinos que se acercaron a ayudar y ver la destrucción de su jardincito, los hechos de inseguridad en esta parte de Perdriel son "moneda corriente".
La directora de la escuela Favaloro, Mónica Díaz, relató que en 2012 entraron a robar cuatro veces en la sede, dos de ellas en una misma semana. También en una ocasión fue destruido el sistema de alarma.
El jardín nucleado ya había sufrido agresiones varias, aunque sin la violencia de esta última acción. Pero, dicen en el lugar, que esos hechos eran indicios de que algo andaba mal.
Juan Carlos Roa dijo que lo ocurrido es una canallada, y una ama de casa, resumió el sentir general. "Esto es tierra de nadie y nadie hace nada; hay adolescentes y jóvenes que se drogan y luego comenten estos actos".
Todos en general pidieron una custodia permanente de las instalaciones educativas, especialmente de noche.
Reponer el interruptor de electricidad, mejorar y ampliar la iluminación perimetral y elevar las medianeras, fueron medidas consideradas necesarias por los pobladores.