El empresario más rico de la Argentina puede llegar a ir preso este mes si una cámara de la justicia federal accede al pedido de prisión que hicieron ayer los fiscales de la denominada "causa de los cuadernos" sobre el presunto pago de sobornos en obra pública durante los gobiernos kirchneristas.
Antes del próximo viernes 28, cuando finaliza el año judicial, la Sala 1 de la Cámara Federal porteña, si bien no tiene plazos, se pronunciaría si acepta o no la solicitud de los fiscales Carlos Rívolo y Carlos Stornelli para que sea detenido el presidente del grupo Techint, Paolo Rocca, procesado por presunta asociación ilícita, pago de coimas y dádiva a funcionarios entre 2003 y 2015.
El personaje en cuestión es el empresario más rico de la Argentina: presidente de Techint, propietaria de Tenaris y Ternium, entre otras empresas, Rocca tiene una fortuna personal de 4.700 millones de dólares, según el último ranking de la revista Forbes de septiembre de 2018.
Así, serán los camaristas Leopoldo Bruglia y Pablo Bertuzzi los que tendrán que pronunciarse en tanto integrantes de la sala que interviene en la "causa de los cuadernos" supuestamente escritos por Oscar Centeno, chofer del entonces funcionario Roberto Baratta, mano derecha de Julio De Vido, el ministro de Planificación durante los gobiernos de Néstor y de Cristina Kirchner.
Rocca había sido procesado por el juez federal Claudio Bonadio a cargo de la investigación bajo el cargo de presunta asociación ilícita pero sin prisión preventiva, como sí lo había hecho en el caso de otros ex funcionarios y empresarios imputados bajo la misma acusación, por lo que los fiscales se tomaron de esa falta para pedir la prisión preventiva del CEO de Techint. El procesamiento de Rocca por parte del juez estuvo acompañado por un embargo sobre sus bienes de más de 4 mil millones de pesos.
Además de la detención de Rocca, en su solicitud Rívolo y Stornelli también pidieron la prisión para los también procesados por el mismo cargo y sin prisión preventiva para otras cuatro personas: el ex jefe de Gabinete kirchnerista Juan Manuel Abal Medina, su entonces secretario Martín Larraburu y los empresarios Alberto Padoán (Vicentín) y Rubén Aranda (Proalsa-Chimen Aike).
“Los imputados Juan Abal Medina, Hugo Martín Larraburu, Paolo Rocca, Alberto Ángel Padován y Rubén David Aranda convergieron junto a funcionarios públicos del más alto nivel en la perpetración de un emprendimiento criminal complejo, ideado, planificado y ejecutado, como señaló el juez, con el objeto de recaudar dinero ilegal con el fin de enriquecerse ilegalmente y de utilizar parte de esos fondos en la comisión de otros delitos”, sostuvieron los fiscales en su pedido.
Los fiscales, en cambio, no apelaron la falta de mérito que el juez Bonadio dispuso en favor del empresario Marcelo Mindlin, quien también declaró en la causa, hoy propietario de Socma, la compañía constructora históricamente propiedad de la familia Macri.
Hace unos días, Rocca había apelado su procesamiento y recibió también el apoyo para seguir como CEO de Techint de las principales empresas del grupo Techin. Su procesamiento se basó en el presunto pago de sobornos por parte de un ejecutivo de Techint a funcionarios kirchneristas. Pero en su declaración indagatoria, el 3 de octubre pasado, aseguró no estar al tanto del presunto pago de coimas que dijo haber hecho a funcionarios del gobierno kirchnerista el gerente general de grupo, Luis Betnaza.
Segundo ejecutivo de Techint, Betnaza reconoció ante Bonadio que pagó coimas al gobierno de Cristina Kirchner en 2008.
Por su parte Abal Medina reconoció ante el juez que instruyó a su secretario Larraburu a recibir dinero ilegal de empresarios que creía aportaban "voluntariamente" para la campaña electoral del Frente para la Victoria (FPV). Según los supuestos cuadernos de Centeno, el 5 de septiembre de 201, Larraburu habría recibido dinero del empresario cordobés arrepentido Juan Carlos de Goycoechea, ex directivo de la española Isolux, y después se lo habría entregado Abal Medina.
Se derrumban las acciones de Ternium y Tenaris
El pedido de detención del CEO del Grupo Techint, Paolo Rocca, cayó como una bomba en la Bolsa de Comercio de Buenos Aires, con fuertes pérdidas para las acciones de las subsidiarias Ternium y Tenaris.
Los papeles de la empresa metalúrgica multinacional Tenaris subían 0,54% a las 12.30 de ayer, pero al conocerse la noticia judicial en la denominada "causa de los cuadernos" se dio vuelta la tendencia y pasaron caer de 3,37%.
En la misma línea, las acciones de la empresa productora de aceros planos y largos Ternium, que al mediodía ganaban 1,01% y luego de conocerse el pedido de detención de Rocca bajaban 3,70%.
La noticia que causó pánico en el recinto de la Bolsa porteña fue que los fiscales Carlos Rívolo y Carlos Stornelli pidieron la detención de Rocca, quien está procesado por asociación ilícita.
La Bolsa operó ayer con bajos volúmenes de transacciones debido a que el mercado estadounidense de acciones se encontraba cerrado por el feriado por la muerte del ex presidente George Bush.