A medida que pasan los días y se acerca el invierno se hace más notable: suena el despertador y cuesta levantarse. Es que el sol todavía no asoma y la noche parece invitar a seguir en la cama.
No queda otra que encender todas las luces y hacer el mayor esfuerzo para salir del letargo. Es que nuestro país rige su horario por el huso -3 en relación al Meridiano de Greenwich, lo que hace que durante los meses fríos mendocinos el sol salga después de las 8 de la mañana, cuando hay que ponerse en marcha mucho antes.
Desde hace tiempo, grupos de científicos y sectores políticos insisten en que nuestra provincia se ajuste al huso horario -4, es decir que atrase una hora el reloj, pero todavía no se han logrado resultados concretos. Desde el gobierno actual, aseguran que se trata de una necesidad pero que será realmente provechoso si se logra la modificación junto a las provincias del oeste argentino.
Principalmente hablan de beneficios que redundan en el ahorro energético, ya que estiman que se podría reducir entre 17% y 25% el consumo.
Además traería aparejadas ventajas para la salud, el medio ambiente y la seguridad.
"A la Argentina le pertenece el huso horario - 4 y a Mendoza -5, pero estamos en un -3, por lo tanto estamos desfasados", comenzó a explicar Sebastián Melchor, coordinador de la Agencia Provincial de Cambio Climático que depende de la Secretaría de Ambiente.
Él recordó que desde allí han manifestado su posición para avanzar en una corrección en este sentido: “Pasar por lo menos al -4 que es un horario más natural para los mendocinos”, continuó.
Asimismo remarcó que no se puede tratar de un cambio que sólo se dé en Mendoza. “Tiene que ser llevado adelante en conjunto con el oeste argentino; si lo hace una sola provincia las molestias son muchísimas”, destacó Melchor quien insistió la necesidad de avanzar con una discusión regional y nacional.
"El secretario de Ambiente -Humberto Mingorance- va a llevar esta propuesta al Consejo Federal del Medio Ambiente (Cofema) y al diálogo con los legisladores", adelantó. Él reconoció que el año pasado también se abordó de la misma manera. "Pero creemos que en la medida que lo sigamos sosteniendo se puede debatir la necesidad del cambio", explicó.
En relación a los beneficios el coordinador de la agencia habló del porcentaje estimado de ahorro: "Podríamos ahorrar entre un 17% y 25% de energía eléctrica de acuerdo a una estimación general, pero habría que hacer un cálculo más profundo entre todas las provincias del oeste para tener mayor detalle", señaló. Según su visión, es muy importante aprovechar las horas de sol porque además traen otros beneficios: "Para la salud, medio ambiente y seguridad", enumeró.
Consultados al respecto, desde el Ente Provincial Regulador Eléctrico (EPRE), recordaron que durante 2004, cuando el gobernador de ese momento Julio Cobos impulsó una medida para atrasar los relojes, no observaron una disminución en el consumo. "No hubo una modificación sustancial en la curva de consumo, solamente se corrió", aseguraron desde allí.
La doctora en astronomía e investigadora del Conicet, Beatriz García, es una de las impulsoras del cambio de horario en el sector científico, de hecho el año pasado se reunió con Mingorance para impulsarlo.
"El cambio de hora es normal en muchos países. En Argentina se cambió en algunas oportunidades, en otras no, pero lo más racional es coordinar la hora del reloj con la del sol para asegurar el aprovechamiento óptimo de las horas de día", manifestó la experta quien aseguró que se trata de una decisión política.