Mía tiene un año y tres meses y hace siete le diagnosticaron alergia a la proteína de leche de vaca (APLV). Su mamá Noelia Orellano (28) había notado que los cólicos de la beba eran más profundos que los de otros niños por lo que realizó las correspondientes consultas médicas. Desde entonces tuvo que suspenderle la leche de fórmula que le estaba dando y adquirir otra especial que tiene un costo superior a los $4.000 por 400 gramos.
Se trata de un tipo de alergia que va en crecimiento a nivel mundial y que en el 90% de los casos se cura alrededor del año, pero que también puede desaparecer hasta los 3 años. Generalmente está asociada a una inmadurez del sistema inmunológico, pero también puede darse por otros aspectos, lo que es más complejo de tratar y manejar.
El mayor problema tanto para Noelia como para otras mamás mendocinas con hijos con esta alergia, es el alto costo de la leche de fórmula indicada para ellos. Esto las lleva a solicitarlas en diferentes lugares y hasta a vender sus propias pertenencias para poder comprarlas. Por eso piden algún tipo de ayuda para adquirir este tipo de producto.
Como Mía tiene otras alergias asociadas además de la APVL (es alérgica al trigo, a la soja y al huevo) ella consume entre 7 y 8 latas de leche por mes. "Uno se la tiene que ir rebuscando porque es una leche muy cara, yo soy mamá soltera y se me hace muy cuesta arriba", aseguró. A su vez contó que recibe ayuda de la cooperadora del hospital Notti. "Ellos me dan 3 ó 4 latitas, las que me vienen muy bien pero no me alcanzan para todo el mes", aseguró quien constantemente está en busca de colaboración. "Tengo un negocio de artículos de limpieza donde alquilo pero siempre busco ayuda por todos lados porque no puedo pagar $30.000 por mes sólo en leche", se lamentó Noelia.
También relató que para poder comprar la fórmula a su hija ha tenido que vender varias de sus pertenencias y recurrir a distintas estrategias. "Llegás a un momento de desesperación, porque el tarro dura 3 ó 4 días. Ahora que estoy en un grupo de madres que están en la misma situación y nos ayudamos entre todas", manifestó.
Una esperanza que para Noelia es que cuando su hija crezca la alergia desaparezca. "Me han dicho que espere hasta los 2 años y 10 meses para que la pongan a prueba con ciertos alimentos para ver si los vuelve a tolerar".
Romina Moyano (31) es mamá de Pía de un año y nueve meses, a quien le diagnosticaron la APLV a los 4 meses. "Estaba con la lactancia materna pero como había bajado de peso, el doctor me indicó leche maternizada", comenzó a relatar. Su hija empezó a tener más cólicos, los que en un principio fueron calificados como normales, hasta que se le empezó a brotar la piel. "Le dejé de dar leche de vaca y mejoró, probé varias leches hasta que llegué a la Nutrilon Pepti Junior que es la que sale tan cara", aseguró. En ese momento su marido tenía trabajo fijo por lo que recurrió a la obra social quienes "la tuvieron a las vueltas" hasta que tuvo que empezar a comprarla por su cuenta. "Con un sueldo básico hacíamos lo que podíamos, después mi marido se quedó sin trabajo y sin obra social por lo que todo se nos complicó más", dijo Romina.
En ese entonces su hija empezó a tomar leche de forma más discontinuada pero tal como remarcó la mamá, como no consume yogur, necesita una base de proteínas que le da la leche. "Además le preparo otras comidas, todo caserito para que no se contamine" agregó. Contó que hace unos meses su marido encontró trabajo nuevamente por lo que pudieron hacer una compra de cinco tarros por internet que encontraron a buen precio. "La vamos peleando día a día porque somos una familia que también tiene que pagar las cuentas, la luz, el gas, no es solo la leche", cerró.
En otra situación se encuentra Evelin Sánchez mamá de Leandro de un año y once meses. El pequeño tuvo esta alergia pero ya se curó. "Superó su alergia a los 15 meses luego de 6 meses de tratamiento", detalló la mujer. "Se le hacían manchas rojas y se le inflaba alrededor de la boca, la cara y en algunas oportunidades llegaba al cuello o hasta los ojos", precisó. A él incluso lo afectaba si alguna persona que había estado en contacto con la proteína de leche de vaca le daba un beso o estaba cerca a miguitas de algún alimentos que las contenía. El pequeño también consumía la misma marca de leche mencionada por las anteriores consultadas, pero la recibió de su obra social sin ningún problema. "Tomaba 5 tarros por mes porque además de darle la mamadera le hacía otras preparaciones con esa leche", contó. Actualmente el niño puede tomar cualquier leche. "Se le fueron todos los síntomas. Pero quedó delicado del intestino y algunos alimentos le caen mal y le generan mucha inflamación y dolor sobre todo si los come de noche".
Visión médica
La gastroenteróloga Graciela Saieg, jefa del servicio de Gastroenterología del Hospital Notti, se refirió en detalle a la Alergia a la Proteína de Leche de Vaca (APLV). "Es una de las pocas alergias que se producen cuando el niño es chiquito. En general el 90% se cura alrededor del año y el porcentaje va bajando hasta curarse alrededor de los 3 años", explicó. La experta precisó que el gran porcentaje se da por inmadurez del sistema inmunológico. Por esta razón subrayó que es una de las pocas alergias que se cura sola, salvo en los casos en lo que el niño tenga también otros alergias. "En ese contexto se puede hablar de un tipo de alergia mediada por la inmunoglobulina E que es más compleja de tratar y manejar", informó la doctora.
Enumeró diferentes manifestaciones de esta alergia. "Hay chicos que tienen vómitos y diarrea y les trae trastornos a nivel nutricional importante, hay otros que tienen sólo vómitos, mientras que otros les puede aparecer en la piel y otros pueden tener trastornos respiratorios", indicó. Asimismo se refirió a un porcentaje de pacientes que están siendo aún amamantados tienen hilos de sangre en la materia fecal por esta misma alergia. "En esos casos le tenés que quitar todos los lácteos a la mamá y se le sigue dando el pecho", apuntó. Sobre la aparición de la alergia señaló que tiene importancia los antecedentes de los papás y aclaró que no necesariamente porque un niño posea esta alergia la van a tener sus hermanos. Como recomendación general hizo hincapié en la exclusividad de la lactancia materna. "Cuando el niño nace no se le debe dar en ninguna maternidad fórmula eso produce a veces una sensibilización y que puede traducirse luego en el desarrollo de la alergia".