Una familia de Guaymallén apela a la solidaridad de los mendocinos para conseguir 30 dadores de sangre que necesita un joven como parte de su recuperación, ya que resultó gravemente herido tras una explosión en la casa que alquila.
Se trata de Nahuel González (20), quien el domingo en la mañana terminó con el 90% de su cuerpo quemado luego de que un artefacto explotara en el interior de su vivienda, localizada en Cadetes Chilenos al 1400, en Guaymallén. Su esposa, Micaela López Pavés (22), y la hija de ambos (una bebé de 4 meses), también sufrieron quemaduras y heridas.
El joven se encuentra internado en el hospital Lagomaggiore, donde los especialistas trabajan para lograr su recuperación. “Mi hijo necesita 30 dadores, no para un baño de sangre como estuvo circulando por ahí, sino para transfusiones que ayudan a que su cuerpo genere nuevas células”, aclara Susana Sosa (48), mamá de Nahuel.
Tanto en Facebook como por Whatsapp, circulaba el pedido de dadores y decían que le iban a colocar la sangre congelada como parte de su tratamiento. Fueron los médicos quienes avisaron a la familia sobre la información falsa.
Agradecida por la repercusión, la mujer aclaró que “ya se ha acercado mucha gente, pero aún faltan donantes” para completar la cantidad que los médicos han solicitado. “Les pido a todos que sigan viniendo a donar, porque pueden ayudar a otras personas que están en la misma situación que mi hijo”, insistió.
Quienes quieran colaborar, pueden ir al servicio de hemoterapia del hospital Lagomaggiore, de 7 a 8 de la mañana. No obstante, también pueden acercarse al Central a primera hora o al Centro Regional de Hemoterapia (Montecaseros 1020, Ciudad), de 8 a 15. “En cualquiera de los lugares, sólo deben decir que es para Nahuel González y listo”, agregó Susana. El grupo sanguíneo del joven es O RH +, pero pueden donar de cualquier tipo o factor.
Los requisitos para ser donante son: tener entre 18 y 65 años, pesar más de 50 kilos, concurrir con DNI y gozar de buena salud. Además, desde el Centro Regional explicaron que no se debe llegar en ayunas, aunque en el desayuno no se deben consumir lácteos o grasas.
Gracias a los testimonios de vecinos y testigos, las familias de Nahuel y Micaela han podido reconstruir cómo fueron los acontecimientos.
Al respecto, Susana remarcó que “no explotó ninguna garrafa” y que “al parecer, fue una instalación clandestina lo que provocó el hecho”.
Debido a la explosión cedió el techo, lo que afectó el piso del departamento de arriba. “Mi hijo fue el que sacó a mi nuera y a mi nieta de debajo de los escombros y las salvó. A ellas se las llevaron en ambulancia, pero a mi hijo lo acercó un vecino al Central. Él entró caminando solo y pidió que lo asistieran”, detalló, agregando que esa información se la brindó “un señor que estaba en la guardia cuando Nahuel llegó y que esta mañana (por ayer) vino a donar sangre para él, porque vio lo mal que estaba”. Luego de recibir los primeros auxilios, el joven fue trasladado al nosocomio en el que está internado ahora.
Es más, el caso llegó a los corazones de muchas personas que decidieron colaborar donando gasas, cremas para las quemaduras, ropa para los tres, pañales y leche, por lo que la mujer consideró que “la gente ha sido muy bondadosa” con ellos. Por eso, decidió donar los insumos médicos al Lagomaggiore, ya que fueron los recursos del lugar los utilizados para tratar a ambos jóvenes.
A pesar de toda su fortaleza, la voz de Susana se quebró al momento de solicitar otro favor: “Sé que Nahuel escucha todo, por eso les pido que recen por mi hijo. Sé que el ruego de todos va a servir para que viva, porque mientras más voces hayan rezando, él más las va a escuchar”, declaró entre lágrimas.
Estable
Respecto del estado de su hijo, aclaró que los médicos le informaron ayer al mediodía que el joven está “estable, lo que significa que no mejoró ni empeoró”. Para evitar que sufra dolor, está en coma farmacológico (inducido).
Esperanzada, la mujer recordó que uno de los médicos que trata al joven le dijo que “tiene la ventaja de ser joven y fuerte y que tiene muchas ganas de vivir”.
La situación de Micaela es más alentadora, porque se encuentra despierta y ha ingerido alimentos, por lo que ayer en la tarde los médicos del Lagomaggiore analizaban la posibilidad de pasarla hoy a una sala común. “Mi nuera tiene entre el 25 y el 30 por ciento del cuerpo quemado y su cuadro tiene la misma gravedad que el de mi hijo. Los dos están en terapia intensiva”, precisó la mujer.
En cuanto a la hija del matrimonio, cuyo nombre Susana prefirió no dar por respeto a los padres de la bebé, ya fue dada de alta en perfectas condiciones. “Quiero aclarar que sólo ellos tres resultaron heridos y no 5 personas, como salió publicado en todos lados”, concluyó.