Cuando todo mundo se preparaba para la Navidad de 2017, Brian Luzuriaga (20) empuñó unas tijeras de podar, salió a la calle y de 46 puntazos mató a su ex cuñado William Soria (27). El crimen ocurrió en Palmira, en el asentamiento Néstor Kirchner y ahora, el fiscal Oscar Sívori pidió como cierre de sus alegatos, una pena de 15 años de prisión.
El crimen ocurrió en la noche del 22 de diciembre de 2017 y tanto la víctima como su asesino, eran vecinos del mismo asentamiento, una barriada precaria que se formó hace unos cinco años a las afueras de Palmira y a la que la misma gente le puso Néstor Kirchner y bautizó a algunas de sus calles con curiosos nombres como el de Diego Maradona.
De fondo hubo en este crimen una historia de malos tratos que definió la relación entre William Soria y Adriana Luzuriaga, que fue su pareja mucho tiempo y juntos tuvieron dos hijos, pero la relación no funcionó, al punto que hubo denuncias de la mujer que terminaron en una condena y una prohibición de acercamiento para el muchacho, medida que poco se respetó ya que ambos seguían en el mismo barrio Néstor Kirchner y de hecho, eran casi vecinos.
La noche del crimen, cerca de las 22:30 Adriana Luzuriaga salió acompañada por una de sus nenas hasta el almacén; en el camino se encontró con William y a partir de allí, según a quien se escuche, hubo entre ellos una breve conversación o una discusión que terminó con amenazas y golpes por parte del hombre.
El fiscal Oscar Sívori, que pidió 15 años de prisión Brian Luzuriaga, sostuvo en sus alegatos que no existió ninguna discusión y mucho menos una pelea en la ex pareja y que el ataque del asesino "fue sorpresivo y sin mediar palabras". Así y siempre según la visión del fiscal no existió por parte de la víctima posibilidad de defensa y dentro de los 46 puntazos y cortes que recibió, hubo 13 de gravedad, la mayoría de ellos en el tórax y, puntualmente tres mortales.
Pero la defensa de Luzuriaga, que pidió la absolución del detenido, sostuvo que Luzuriaga salió aquella noche en defensa de su hermana, Adriana Luzuriaga, quien declaró que aquella noche Soria estaba alcoholizado, que la tomó del brazo y que le dio un golpe en la cabeza y que incluso trató de asfixiarla.
Sin embargo, la mujer no solo no tenía lesiones de lo que contó sino que los testigos del momento, también vecinos del barrio aseguraron que no hubo pelea entre ellos, que Soria se arrimó para acordar que los chicos pasaran la Navidad con él y que incluso, el hombre le pidió que dejara de vender droga en el barrio.
Por esa declaración, el fiscal Oscar Sívori pidió compulsa por falso testimonio en contra de la mujer: "Nada hay entre las pruebas que sostenga la versión de la mujer e incluso, los testigos que han declarado que esa noche no hubo discusión en la pareja tuvieron que abandonar el barrio porque les han tiroteado la casa", dijo Sívori.
Integran el Tribunal Victoria Franano, Eduardo Orozco y Salvador Arnal y se espera por la sentencia para el cierre de la semana.
