El Ministerio Público Fiscal pidió que se condene a 15 años de prisión a un joven que habría matado a su padre, tras atacarlo con un arma blanca.
Durante los alegatos de juicio que se sigue contra Cristian Matías Vergara (22) en la Primera Cámara del Crimen, varios testigos sostuvieron que el joven era sometido a constantes maltratos y golpizas por parte de la víctima, su padre, Néstor Rafael Vergara (44).
Esta situación fue considerada especialmente por la fiscal de Cámara, Laura Rousselle, quien acusó al joven por el delito de homicidio agravado por el vínculo pero "en circunstancias extraordinarias de atenuación".
El homicidio agravado por el vínculo tiene como única pena la prisión perpetua; en cambio el atenuante invocado por la fiscal contempla las penas de un homicidio simple (8 a 25 años).
En cambio Sixto Ortiz, abogado defensor del imputado, consideró que se trató de un típico caso de "emoción violenta", solicitando una pena de 3 años de prisión. En subsidio, solicitó también que se lo condene por homicidio agravado en circunstancias extraordinarias de atenuación con la pena mínima que permite el caso: 8 años de cárcel.
"La defensa logró restar valor probatorio a testigo fundamental de la causa, el carnicero que presenció el hecho", dijo el defensor.
Un joven descontrolado
La muerte de Vergara se produjo en la noche del 1 junio de año pasado en una casa de la manzana "A" del barrio Eco de Chacras, Luján, donde vivía la familia y donde también funcionaba una carnicería y un corralón.
Esa noche el joven Cristian Vergara mantuvo una discusión con su novia en la calle. La discusión de transformó en una pelea y el padre del joven y su madrastra trataron de calmar los ánimos.
Padre e hijo volvieron a su casa y se volvió a producir otra discusión que llevó a quien sería la víctima fatal a llamar a la policía, diciendo que su hijo estaba descontrolado.
Luego el muchacho tomó un cuchillo de la carnicería y le asestó un puntazo a su padre en el pecho, produciéndole la muerte.
Pruebas y testigos
Una psicodiagnóstico ordenado por la fiscal Rousselle determinó que la relación entre padre e hijo era, desde siempre, tortuosa.
Además varios testigos, entre ellos la pareja del joven, explicaron que el imputado era sometido habitualmente a maltratos psicológicos y físicos.
Según algunos parientes que declararon durante el juicio, el hombre acostumbraba a descalificar al muchacho, lo hacía trabajar y no le pagaba un sueldo. Cuando le pegaba, el chico tenía que refugiarse en la casa de su abuela hasta que se tranquilizaba.
Esta situación habría llevado al joven -habitualmente tranquilo- a perder el control de la situación y agredir a su padre, algo que nunca había hecho.
El próximo lunes 24 de abril los jueces de la Primera Cámara del Crimen dictarán la sentencia.