Philipp Lahm es la pieza clave sobre la que se estructura el equipo dirigido por Joachim Löw, quien hace cuatro años encontró en el pequeño jugador bávaro un capitán distinto para liderar a una Alemania rupturista
La propuesta táctica del entrenador alemán para las semifinales del Mundial de fútbol ante Brasil quedará hoy definida principalmente por la posición de Lahm en el campo, que puede ser en el lateral derecho o en el mediocentro.
La cara de Alemania es muy distinta en función del lugar que ocupe el jugador, que después de toda una carrera como defensor, evolucionó la pasada temporada a volante de contención de la mano de Josep Guardiola en Bayern Munich.
Con 170 centímetros de altura, Lahm no es sólo el más bajo de la zaga, sino de todo el equipo alemán. Pero el defensa compensa su desventaja física con una gran resistencia, una impecable colocación y una técnica depurada.
“Es quizá el jugador más inteligente que he entrenado nunca. Está a otro nivel”, dijo Guardiola.
Lahm es un jugador con un estilo distinto, tanto dentro como fuera del campo. Alejado del perfil clásico que siempre cultivaron los capitanes alemanes, el bávaro transmite una imagen de persona comprometida y sensible.
“No creo que la sociedad esté lista para aceptar a un jugador profesional de fútbol gay, como sucede en otras áreas”, lamentó en 2012 Lahm, que años atrás recibió el premio a la tolerancia en Alemania por su lucha contra la homofobia.
Cuando el pequeño defensor heredó la cinta fue casi un acto simbólico, ya que sucedió por lesión a un Ballack que entroncaba perfectamente con la tradición de capitanes recios como Matthäus, Kahn, Beckenbauer o Rummenigge.
Ballack nunca regresó a la selección de Löw, que inspirado en el juego combinativo de España emprendió una renovación del estilo alemán apoyado en hombres con buen trato de balón como Schweinsteiger, Özil, Müller o el propio Lahm.
A sus 30 años, el capitán es el líder de una camada de jugadores que se enfrenta a su gran momento. “Para ser una generación de la que la gente hable en los próximos años, necesitamos títulos con el equipo nacional”, admitió Lahm antes de la Eurocopa 2012.
Durante estos años, Alemania se encontró con España en el camino, pero con la campeona fuera de juego, Lahm y sus compañeros saben que es ahora o nunca. “La fe en el título está ahí. Quedan aún dos partidos. Dejamos ya cinco atrás y no perdimos ninguno”.
Thomas Müller: recuperar el gol con permiso de Dante
El partido entre Alemania y Brasil reunirá a varios compañeros de club y se anuncian duelos entre amigos como los del volante y goleador Thomas Müller, que buscará recuperar el olfato de gol frente a su compañero Dante, probable sustituto de Thiago Silva.
Müller, que empezó con fuerza el Mundial de Brasil 2014, con tres goles en el debut contra Portugal (4-0), cerró la primera fase con un nuevo tanto contra Estados Unidos (1-0), pero se quedó mudo de cara a portería en los dos últimos duelos, en octavos contra Argelia 2-1) y en cuartos frente a Francia (1-0).
Ahora tiene dos partidos más, para superar al colombiano James Rodríguez, que lleva seis goles, pero que ya no puede marcar ninguno más al ser eliminado su equipo en cuartos por Brasil.
Serán varios los jugadores del Bayern que querrán amargar el probable debut en el Mundial del suplente Dante en el duelo con Alemania.
En la selección germana en Brasil 2014, además de Müller, hay otros seis jugadores del equipo bávaro: Neuer, Boateng, Lahm, Götze, Kroos y Schweinsteiger.
En diciembre de 2012, sabiendo que no había sido internacional con Brasil, en Alemania creció el rumor de que Dante podría jugar con la selección del país europeo.
“Obviamente mi sueño es la selección brasileña. Soy brasileño y quiero vestir la auriverde y representar a mi país. Jugar con Alemania no pasó por mi cabeza. Mi objetivo es seguir trabajando y que Felipao pueda ver mi fútbol y ser llamado. Me siento preparado para representar o mi país”, dijo Dante ante los rumores que le acercaban a la Mannschaft.
La pesadilla principal de Dante en su probable debut en el Mundial puede ser su compañero Müller, que ya fue el máximo goleador de Sudáfrica 2010 con sus cinco tantos. Müller sabe que es un jugador poco ortodoxo o vistoso, aunque eficaz, como declaró en una entrevista en la revista France Football.
“Sé que no tengo un estilo muy elegante. No soy un mago, pero soy imprevisible y sé lo que tengo que hacer, atacar por donde sé que puedo hacer mal, nunca rendirme y jugar con mucha espontaneidad”, señaló el jugador.
Müller afirma que le interesan poco las marcas personales y simplemente quiere ganar un título internacional, que se le resiste a él y a Alemania. “Estoy aquí para ser campeón del mundo, no para batir récords. Las cosas individuales, llegan o no, ya se verá, pero estoy relajado con ese tema. En los Mundiales no me ha ido bien hasta ahora”, señala.
