La separación de su esposa Orianne, en 2008, le costó al músico británico nada menos que 32 millones de euros, en el que fue el divorcio más caro y escandaloso de entonces en Inglaterra y superó con creces al de Paul McCartney con Heather Mills, que al ex Beatle le costó apenas 24 millones.
El asunto es que ocho años después de haber atravesado aquel carísimo momento, el ex Genesis confesó en una entrevista a la revista Billboard que ha vuelto a convivir con Orianne y sus dos hijos, Matthew y Nicholas, en Miami.
"He vuelto con ella hace seis meses y nadie se ha dado cuenta", contó el músico al que sus dos divorcios anteriores también le salieron carísimos: en 1980 se separó de Andrea Bertorelli y en 1996 de Jill Travelman, a las que debió pagar casi 40 millones de euros a cada una.
A los 65 años parece que el bueno de Phil todavía no escarmienta.