A la vista de los intereses y la capacidad de lobby con la que se asocia al sector petrolero, no es una decisión común. Por eso adquiere relevancia la novedad de que una de las compañías adjudicatarias de yacimientos en Mendoza quede fuera del juego: es el caso de Argenta, a la cual el Ejecutivo provincial decidió bajarle el pulgar por no cumplir con la inversión comprometida en un área clave del Sur provincial, como corolario de una revisión integral de todos los contratos vigentes que promete más resultados.
Con un capital declarado cercano a los $ 100 millones hasta el año pasado, Argenta Energía S.A. operaba el área Loma del Divisadero, en Malargüe, muy cerca del límite con Neuquén, desde los '90.
Al momento de ponderar las causas de la recisión desde el Ministerio de Economía, Infraestructura y Energía ponderaron que en los últimos años la firma había suscripto colocar U$S 30 millones “pero no hubo avances significativos durante los últimos años”, además de adeudar casi U$S 1 millón en impuestos provinciales.
Hasta ahora, Argenta es una de las 15 petroleras con intereses en la provincia, y también opera el yacimiento de El Corte, en la localidad neuquina de Zapala. En lo que respecta al valor del yacimiento en cuestión, las partes difieren: mientras para el Gobierno tiene un potencial interesante, el concesionario la considera “residual y de alto riesgo”.
Como sea, el proceso entra en su última fase antes del decreto de rescisión, por lo cual los detalles del expediente se mantienen en estricta reserva. Aunque quienes saben de su itinerario aseguran que sólo faltan “un par de pasos”, más allá de que deba intervenir Fiscalía de Estado por los fondos comprometidos por impuestos impagos.
Según el ministro Enrique Vaquié el propósito es “que se respeten la ley y los compromisos asumidos” a través de una revisión integral de las adjudicaciones, con el objetivo de que “sólo las empresas que cumplan sigan adelante”; un criterio lógicamente excluyente para el resto.
Argenta carga con antecedentes. En 2012, la gestión Pérez la había intimado a presentar un nuevo plan de inversiones, porque a criterio del poder concedente ya entonces llevaba años con producción 0 de crudo. Para muestra vale un botón: entre 2005 y 2011, el registro oficial indicaba un desembolso de apenas U$S 9 millones.
Mientras el dictamen sigue su curso, desde la compañía aseguran que la información está en proceso. “Hay que ponerlo en contexto. Invertimos más de lo comprometido tratándose de un yacimiento otorgado por la Nación, residual y de alto riesgo dentro del bloque”, señaló Jazmín Peverelli, responsable legal de Argenta.
Por el contrario, en Economía destacan su potencial extractivo. Un dato es su cercanía a Chachahuén y Payún Oeste, dos de las áreas "estrella" que adjudicó Jaque en 2008, a YPF y Ketsal (grupo Vila-Manzano) respectivamente, con una promesa de inversión conjunta de casi U$S 137 millones.
Millones que no aparecen
Más allá de la envergadura de la firma en cuestión, con la decisión de rescindirle el contrato vigente, el Poder Ejecutivo intenta dar una señal al resto de los actores. De ahí que, si bien es la primera desde 2015, puede que no sea la última ruptura contractual de este año, en una coyuntura en la que la caída del precio internacional del barril por debajo de los U$S 30 incluso pierde fuerza, habida cuenta que a nivel local se sostiene por encima de U$S 60.
Dentro del listado aparece la cuestionada Chañares Herrados, con un saldo negativo de U$S 177 millones respecto de lo comprometido (de U$S 266 millones colocó U$S 89 millones) en su yacimiento homónimo y Puesto Pozo Cercado, de Tupungato.
Desde la compañía, que entre 2014 y 2015 recibió 11 requerimientos por escrito del Gobierno por ese tema, se limitaron a expresar que “la actividad para la industria ha mermado mucho, y casi no hay empresas que estén invirtiendo en este momento. Se trata de maximizar lo que tenemos”.
Incluso YPF muestra un sube y baja durante los últimos años. Luego de invertir apenas U$S 10 millones en exploración en 2011, al año siguiente casi triplicó esa cifra, antes de caer 2% en 2013 (U$S 27,5 millones). Para 2014 había trepado a U$S 78,8 millones (186% interanual), y el último año experimentó otra retracción a U$S 70 millones, 12% menos que el período anterior aunque, de acuerdo a un informe, sobrecumplió.
Durante su última visita a Mendoza a mediados de enero, el CEO de la petrolera de bandera, Miguel Galluccio, destacó que ese monto representa “siete veces más que en 2011”. Para el número 1 de YPF hay un horizonte optimista, supeditado a que el Gobierno mejore la infraestructura disponible.
El nivel de incumplimiento
Éste es un informe del Ministerio de Economía sobre áreas a renegociar entre 2011-2015:
Chañares Herrados: debió invertir U$S 266 millones en 2 yacimientos (Pozo Cercado y Chañares Herrados), pero sólo concretó U$S 89 millones.
Roch: está asociado a Sinopec en algunas áreas. De acuerdo al análisis, debe U$S 700 mil.
YPF: en 7 áreas había comprometido U$S 500 millones. Acredita el doble, según informe a diciembre de la gestión Pérez.
PCR: su pauta de inversiones era de U$S 13,31 millones. Consta U$S 31,25 millones de más.
El Trébol: invirtió U$S 23 millones por sobre U$S 25,9 millones pautados en 3 áreas por prorrogar.
Sinopec Argentina: registra un exceso de U$S 5 millones. Debía colocar U$S 23,9 millones en 3 yacimientos.