La preocupación por reactivar la economía es general. Y en ese trajín, los gremios y el sector privado dan señales de consenso: así lo demuestra el sector petrolero de Mendoza, el primero que a nivel nacional firmó un acuerdo marco en el que transan estabilidad laboral a cambio de una mayor producción de hidrocarburos en la provincia.
Ese es el eje del convenio suscripto días atrás entre CEPH (Cámara de Empresas Productoras de Hidrocarburos) y Ceope (Cámara de Empresas de Operaciones Especiales), que representa a las firmas contratistas, por una parte, y al Sindicato del Personal Jerárquico y Profesional del Petróleo de Cuyo (SPJPC), y del Petróleo y Gas Privado, por el otro.
Las compañías, que en los distintos yacimientos del territorio mendocino emplean a unos 8.000 trabajadores, tienen un norte claro: lograr una suba rápida de la curva de productividad (extracción de crudo) y los costos bajen al mismo ritmo.
“Aumentar productividad es clave en los tiempos que vienen, para una competitividad que se deterioró. Si se quiere proteger la industria como fuente laboral, es clave. Los objetivos son medibles”, señaló un alto ejecutivo de una de las empresas.
“En un momento en que baja el precio del crudo, hacerlo más rápido invirtiendo lo mismo permite un rendimiento mucho mayor”, añadió sobre los alcances.
Así, petroleras, y contratistas como Halliburton, Wetherford, Schlumberger y San Antonio, lograron imponer varias condiciones. Algunas de las más importantes pasan por la posibilidad de mayor dotación de personal por turnos, y a la vez agilizar jubilaciones para achicar plantillas salariales.
También a pedido de las compañías, los gremios accedieron a otros “gestos”. Entre ellos, que los trabajadores puedan prestar funciones múltiples.
Y, en tal sentido, que realicen tareas en simultáneo.
El acuerdo, firmado el 17 de agosto en el Ministerio de Trabajo de la Nación, recibió aval definitivo en un plenario sindical en Mendoza el miércoles 24.
Con todo, algunas de las compañías nucleadas en CEPH (la integran YPF, Pluspetrol, Medanito, El Trébol y Sinopec, entre otras), una vez sellado el pacto, dieron un golpe de timón. Por caso, en el sector dan por hecho que YPF frenó su decisión de parar al menos 5 equipos de perforación, lo que implica inactividad para 150 trabajadores.
Como gambetear el ajuste
¿Y que obtienen los sindicatos a cambio? Estabilidad laboral, luego de cerrar una paritaria salarial superior al 30%, y en un año en el que el desempleo ya superó el 9%.
“Estamos de acuerdo en que en éste momento es para beneficio de todos. Con la caída del precio del barril, se necesita eficientizar recursos para aumentar la productividad. Y así evitar que tarde o temprano el Gobierno nacional opte por importar crudo. Lo que pedimos es que las empresas aporten los medios para que los trabajadores hagan su tarea lo mejor y más rápido posible”, explicó Alexis De la Llana, secretario gremial del SPJPC.
En medio de un análisis sobre las estrategias empresariales en recursos humanos, el analista Julián De Diego destacó el hecho como un ejemplo a nivel nacional de un replanteo en la relación empresas-sindicatos.
Para De Diego, puede resultar una llave para salir del contexto recesivo actual. “Cuando no está el estímulo del salario y hay un nivel inflacionario como el actual, lo recomendable es mejorar los resultados”, evaluó.
Pero hay otras preocupaciones en el horizonte. La avanzada del Gobierno por bajar el gasto público no excluye al petróleo: allí va un subsidio de hasta u$s 15 sobre el precio del barril internacional (u$s 45), cuya eliminación, una chance para el 2017, las empresas quieren evitar.
“Todo depende del impacto en inversiones. Muchos yacimientos, a 45, siguen en marcha, pero con margen cero para invertir. El tema es qué pasará con la actividad de los equipos de exploración”, argumentan desde el sector.
Empresarios debatieron sobre el mercado laboral
Más de 150 personas escucharon distintos especialistas y responsables de empresas analizar al mercado laboral argentino, justo en la semana en la que se difundió un 9,6% de desempleo, el primer índice oficial sin retocar por Indec en mucho tiempo, en el marco del Foro sobre Capital Humano organizado por Bodegas de Argentina.
Los asistentes escucharon algunas sentencias contundentes de los disertantes entre los cuales, cada uno a su turno, hubo coincidencia en que en el último cuatrimestre del 2016 sólo resta un freno a la caída. Y que la creación de nuevos puestos recién volverá desde marzo de 2017.
“Con el cierre del aeropuerto, a duras penas podrán sostenerse los empleos gracias a los Repro que aprobó la Nación. Han habido pérdidas de puestos por goteo a raíz de contratos temporarios, pero ahora hay que preservar el capital humano y prepararse para la vuelta de los turistas”, consignó el empresario gastronómico Fernando Barbera, de Aehga (Asociación de Empresarios Hoteleros y Gastronómicos), para quien, más allá del desempleo, lo llamativo es la baja de la PEA (Población Económicamente Activa) “porque hay 78 mil mendocinos que no buscan trabajo”.
La Nación ya aprobó una ayuda por $50 millones que llegarán para subsidiar parte de los salarios, a razón de $2.000 mensuales por trabajador.
Pero el beneficio se derrama en un 90% entre hoteles y operadores turísticos, ante lo cual los gastronómicos anticipan que “pelearán” por más.
Por su parte, el anfitrión del foro y CEO del foro, Santiago Ribisich, confió en que lo peor empieza a quedar atrás. Aunque no sin admitir que la disponibilidad de mano de obra (“muchos jóvenes ya no ven su futuro en el viñedo”) empuja a la vitivinicultura hacia la mecanización.
Sin embargo, el ejecutivo, entre los que apuestan a una reactivación de la demanda laboral desde 2017, enfatizó que “hay muchas tareas en los viñedos que requieren de personal capacitado. El reto es volver a enamorarlos”.
Para Ribisich, quien destacó la importancia de la terminalidad educativa e incentivos, la reactivación requiere de una mayor competitividad. Y para eso, se requiere actualizar nuevamente el tipo de cambio, de nuevo desfasado por la inflación.
Una carga impositiva del 40% es para los empresarios otra piedra en el zapato, además de la falta de consenso entre empresas y gremios.
“Los costos laborales en Chile no llegan al 20% e incluyen el SAC”, comparó Mauricio Badaloni, de Andesmar y titular de la UIM (Unión Industrial Mendoza). “Además, los convenios colectivos acá sólo contemplan la antigüedad, y no otros aspectos como mejoras en infraestructura, capacitación, ART. Se mira el piso, y no al techo”, añadió.
A su turno, Federico Robbio, de Belatrix (software), que emplea a 450 personas, resaltó la gran rotación de personal, pero también coincidió en un mejor panorama para 2017. “Apostamos a un plan a largo plazo, para llegar al 2020 con un plantel de mil empleados”, anticipó.
"El Gobierno se confundió semestres con años"
“Están llegando inversiones y se empiezan a sentar las bases de otra Argentina. Pero esto llevará al menos tres años”, dijo el analista y asesor de empresas Julián de Diego. El reto para tonificar al mercado laboral está, observa, en el contexto recesivo y una inflación “que aunque baja, hay dudas sobre si está bien controlada”.
Asimismo, De Diego advierte que el Gobierno “confundió tres etapas: la del ajuste, de las transformaciones y crecimiento, estimadas en tres semestres, que en realidad son años. En el primero vemos devaluación, tarifazo, reformas; el segundo, cuando las empresas empiecen a invertir, y el tercero, los resultados”.
¿Error de cálculo? “El Gobierno tenía la teoría hasta que se enfrentó a la realidad. Interpretó etapas, pero no su duración”, dijo, antes de señalar que el sector tecnológico y bancos atraviesan un mejor momento.