Hace dos o tres meses que el dólar ha tenido una escalada de precios importante en la Argentina y no se trata de un “súper dólar” como algunos títulos catástrofe pretenden imponer.
El valor de la moneda norteamericana estaba muy atrasado, ya que se lo usaba para disimular un poco la inflación, pero el mercado hizo el ajuste que el gobierno no se animaba. Hoy el precio real del dólar es similar al de 2010, cuando se comenzó a atrasar.
Por otra parte, la conflictividad internacional impactó de manera directa en dos activos muy sensibles a nuestra economía: el dólar y el petróleo. Por la divisa se ha producido una devaluación generalizada de todas las monedas, no solo de la región sino también del euro y del yuan chino.
Esta situación afectó el precio de las materias primas. Hoy la soja está en uno de los precios más bajos de los últimos años. Pero, al contrario, la conflictividad afectó al precio del petróleo, porque reaparecieron conflictos de EE.UU. con Irán y Libia, que no han podido ser compensados con el aumento de la producción anunciado por la OPEP.
En este panorama la situación se hace compleja para la Argentina, porque afecta directamente la estrategia del gobierno para bajar el gasto a través de la reducción de los subsidios a la energía.
Es que en nuestro país el 50% de la generación eléctrica es térmica y la mayoría usa derivados del petróleo para su funcionamiento.
Según un estudio del Instituto Argentina de Energía (IAE) General Mosconi, los costos de las generadoras están fijados en dólares y el estado fijó un valor referencial estableciendo que, con el traslado a los usuarios, se hará cargo de la diferencia vía subsidios.
En febrero, el subsidio acordado era del 29%, pero con el aumento del petróleo y el dólar ese porcentaje se ha elevado al 47%.
Esto representa un problema serio para el gobierno nacional en su plan para bajar subsidios. Si con los aumentos ya dispuestos ha habido tantas quejas, intentar nuevas correcciones será muy problemático.
No obstante, el nuevo ministro de Energía, Javier Iguacel, anunció que habría nuevos ajustes tarifarios en setiembre y octubre tanto para la luz como para el gas.
El problema es que no podrán recuperar la pérdida y la cuenta de subsidios deberá subir en lugar de bajar. Además, hay que ver cómo evolucionan tanto el dólar como el petróleo, ya que el panorama internacional se sigue mostrando muy convulsionado y con pocas perspectivas de solucionarse en el corto plazo. Esto complica el plan del gobierno de bajar las erogaciones del Estado.