Quiero exponer, a los ciudadanos mendocinos, la situación en la que la nos ha colocado a muchos usuarios. Soy una mujer de 82 años, pertenezco a otra generación y tengo una discapacidad motriz, entre otros problemas de salud. Para las personas de mi edad es muy complicado el vivir y aún más vivir en este mundo tan cambiante y con tecnologías que evolucionan tanto y tan rápido.
Vuestra empresa se ha tomado la atribución de decidir por mí, ya que he dejado de recibir mis boletas de servicio sin mi consentimiento, vulnerando así mis derechos y colocándome en una situación de daño y perjuicio. Sin ningún aviso me cortaron el gas y yo, desprevenida por mi edad y el desconocimiento de la tecnología, me preguntaba: ¿Por qué no llega mi boleta de gas? ¿Será que es bimestral nuevamente?
Todos los otros servicios respetan al usuario y envían sus boletas al domicilio como desde hace 60 años lo han hecho y de ese modo logro organizar mi economía y cumplir con mis obligaciones. Parece que ustedes no viven en esta Argentina, ni se dan por aludidos de los esfuerzos que cada contribuyente realiza para seguir con su vida.
¿Les parece correcto cortar un servicio tan básico a personas como yo, adultos mayores con discapacidad, sin previo aviso sólo porque deben “economizar papel”?
Quiero hacerle saber que en cuanto pagué las boletas adeudadas llamé para pedir devolución del servicio y la respuesta de sus empleados fue muy fría y hasta agresiva: “Deberá esperar se impute el pago y además que internamente se genere orden de reconexión para que luego vayan a su domicilio y no se puede hacer otra cosa… ”.
Señores de la empresa: revean sus medidas. Traten de que no interfieran en nuestras necesidades básicas como la de alimentarnos u otras. Sobre todo para no atentar contra nuestros derechos individuales.
Emma Elisa Serre
DNI 2.513.939