Y el esperado día al fin llegó pero la novedad es que no sucedió nada en materia de demoras. Es que ayer se iniciaron las obras en el Corredor Internacional para la remodelación de los Caracoles en un tramo que abarca diez kilómetros de ruta que necesariamente los mendocinos debemos atravesar para llegar a tierras chilenas y que cada verano es transitado con gran asiduidad.
Aunque se especuló con que las demoras que ocurren todos los años se iban a intensificar con la restricción del tránsito por horarios -de 7 a 19 para ir a Chile y de 20 a 6 para regresar de aquel país- lo cierto es que sucedió todo lo contrario, o al menos las demoras fueron muy breves.
Muchos de los mendocinos que decidieron comenzar sus vacaciones la segunda semana de enero se arriesgaron a enfrentar largas esperas aunque la suerte estuvo de su lado y en el caso de los colectivos éstas no superaron la hora y media y en un solo caso la espera se extendió hasta las dos horas y media.
Los más afortunados fueron los que salieron a primera hora de la mañana, poco más de las 6.30, y arribaron a tiempo a su destino: Viña del Mar, donde Los Andes pudo dialogar con ellos.
"Tuvimos 40 minutos de demora porque en la Aduana no había casi nadie. Cuando hicimos los trámites en Migraciones el micro ya había regresado y seguimos viaje", contaron Evelyn Guareschi (19), Sofia Giuffre (18), Carla Potenzone (19) y Constanza Scro (18) cuando recién bajaban del colectivo y ante el asedio de quienes ofrecen alojamiento en las cercanías de la Terminal con la promesa de bajos precios y buena calidad, algo que pocas veces se traduce en realidad.
En tanto, los maipucinos Federico Navarro (25) y Florencia Villegas (19) también corrieron con la misma fortuna. "Aunque en los Caracoles fuimos tranquilos porque había máquinas y conos que señalizaban el camino, después fue todo normal. Eso sí, detrás nuestro llegaron diez micros más y seguramente deben haber tenido más demora", dijeron con sus valijas en mano.
Los colectivos que salieron a partir de las 8.30 desde la Terminal de Mendoza sí tuvieron algo más de inquietante espera, sin embargo ésta tampoco se extendió demasiado, al menos lo que amagaba ser como una verdadera amansadora cuando se anunciaron las obras.
"A eso de las 14 pasamos por Caracoles. Había tres micros delante nuestro pero se hizo todo rápido", contaron Emilia Jurado, Celina Chiarello, Florencia Castellino, Rocío Fonseca y Yamila Morales, amigas egresadas del Martin Zapata en 2011.
Ernesto, Esteban y Luciano, con sus cajas de mercaderías repletas de alimentos para los próximos 15 días, estimaron que aunque los cortes los iban a demorar, siempre estuvieron seguros de que iban a llegar a horario a la estación de ómnibus. Sin embargo, se vieron sorprendidos por las tarifas de taxis ?unos $ 8 mil chilenos- debido a la cantidad de equipaje que transportaban.
"Es cierto que llegamos a tiempo y sin mucha tardanza, pero ahora vamos a tener que caminar hasta la parada del micro para ahorrarnos unos pesos y poder gastarlos en algún boliche", dijeron cansados pero alegres por haber llegado a destino.
Para el titular de Migraciones en Mendoza, Mauricio Spitalieri, en el único momento del día en el que hubo una demora de alrededor de una hora para pasar a Chile fue en las primeras horas de la mañana. En el resto del día, la espera no superó la media hora.
"En la madrugada retuvimos a alrededor de 100 vehículos en Uspallata durante una hora para que llegaran en horario a la Aduana. Por eso se congestionó un poco, pero al mediodía y en la tarde no hubo inconvenientes".
Spitalieri agregó que desde Mendoza pasaron 17 colectivos que, sumado a una importante cantidad de vehículos particulares, movilizaron a 2.200 personas.
Aunque las expectativas son que todo siga igual, los choferes de los colectivos consultados arriesgaron que en el recambio turístico que comenzará el próximo fin de semana sí puede notarse más el efecto de las restricciones a la circulación en las demoras aduaneras.