La primera medición de precios tras el “congelamiento” muestra que una canasta de 38 productos relevados se incrementó sólo un 0,28% durante la primera quincena de febrero. Pero, según ese mismo trabajo, 19 de los 38 productos que conforman esa canasta continuaron subiendo después del 1 de febrero, cuando los supermercados informaron que no habría más ajustes, tras presiones del Gobierno.
Los aumentos fueron encabezados por verduras y productos frescos. También se detectaron aumentos en la manteca (el paquete de 200 gramos subió un 3,28%), café (el cuarto kilo de La Morenita subió un 3,06%) o el medio kilo de queso Port Salut (2,70% de alza).
El relevamiento fue hecho por Consumidores Libres, entidad encabezada por el ex legislador socialista Héctor Polino, que fue suspendida por el Registro de Entidades de Defensa del Consumidor por una decisión de Guillermo Moreno.
La canasta básica acumula un incremento del 1,93% desde comienzos del año, según Polino. Los productos que más subieron este años son el kilo de acelga (20,98%), cebolla (13,46%), pan común (11,48%), tomate perita (9,84%), naranja (9,09%), banana (8,49%), aceite Cocinero (5,99%), kilo de falda (5,72%) y pollo (5,66%).
Entre los productos que bajaron tras el congelamiento, según este muestreo hecho en algunas sucursales de Coto, Plaza Vea y distintos comercios de la Boca, Caballito, Liniers y Pompeya son el arroz fino, gran Cóndor (bajó un 5,77%), azúcar Ledesma (cayó un 5,20% en febrero, aunque en el acumulado anual sigue estando 4,16% más cara), el kilo de papa y el agua sin gas Villavicencio de litro y medio (disminuyó 3,5% en febrero, pero en el anual retrocedió un 1,19%), entre otros.
Un compromiso de congelamiento por 60 días es una buena noticia pero hay que ver qué pasa desde 2 de abril -evaluó Polino. Los controles de precios se establecieron para que el Gobierno logre poner un techo a las paritarias, que no supere el 20%, según infiere un informe de la consultora Management & Fit. “El acuerdo dará cierto respiro a la inflación en los próximos meses pero su impacto sobre las expectativas es debatible. Si se percibe que el congelamiento es temporario, las expectativas no se modificarán. Sin otras medidas de fondo que acompañen el acuerdo de precios y salarios, la estrategia oficial no va a lograr una moderación de la inflación”, puntualizaron.
La consultora Econométrica observa que el congelamiento puede ser un “arma de doble filo”. “No se conocen los precios de referencia, con lo cual es difícil corroborar la efectividad desde el precio base ‘pre-congelamiento’, explicaron.