Tarde del domingo, el termómetro ronda en 10 grados y aun así muchas heladerías muestran excelente concurrencia. Si bien allí algunos optan por tomar café o alguna que otra bebida caliente, la mayoría disfruta de su helado sin importar el frío de afuera. Es que con el paso de los años el consumo de este delicioso producto, típico del verano, ha ido aumentando también durante el invierno.
De hecho, según un estudio de la Asociación Fabricantes Artesanales de Helados y Afines (Afadhya), en Argentina se consumen en promedio 7 kilos de helado per cápita por año, lo que nos convierte en uno de los países más consumidores de este producto en todo el mundo.
En Mendoza, de acuerdo a un experimentado miembro de la Asociación de Fabricantes de Helados Artesanales de Mendoza (Afham), este número ronda los 5 kilos.
“Desde hace un tiempo la venta de helados viene creciendo muy bien en invierno”, aseguró Humberto Italiani, ex dirigente de la Afham y dueño de una tradicional heladería que lleva su apellido. Según su visión, son varios los motivos que confluyen en esta tendencia: “Primero, porque los inviernos ya no son tan crudos; y después porque hay una oferta muy grande de heladerías en shoppings y supermercados”.
Otra razón que mencionó Italiani es que la mayoría de estos comercios permanecen abiertos todo el año e incluyen como opción la cafetería; y además, que muchas han incorporado la opción de delivery. “Esta última alternativa permite que las personas puedan estar calentitas en su casa y recibir el producto”, añadió.
Pero para él, el motivo fundamental es que el helado se ha instituido como “postre obligado”. “Es lo más fácil de llevar a cualquier reunión con amigos o familia y en todas las casas hay algún freezer para guardar por si sobra. Hace 15 años eso era imposible”, subrayó.
Con respecto a los números, Italiani explicó que según estudios “caseros” realizados por heladeros artesanales de Mendoza, el consumo en la provincia por persona por año estaría en 5 kilos. “Una meta que tenemos es duplicar y llegar a los 10 kilos, pero no falta tanto. Calculamos que en dos o tres años podríamos llegar”, manifestó optimista.
Desde Afadhya, su presidente Alejandro Tedeschi expuso: “Las cifras demuestran un consumo per cápita de casi 7 kilogramos al año (entre los primeros del mundo) y un aumento del consumo en los meses más fríos porque el helado artesanal es una buena idea todo el año”.
Un estudio reciente realizado por esta organización sobre modalidades de consumo en todo el país indicó que en invierno predominan los formatos térmicos (61%) con un kilo de promedio, que el 79% consume helado en reuniones sociales, mientras que en el contexto invernal sólo un 11% toma helado en la calle.
Helado con campera
La heladería Soppelsa, ubicada en la calle Arístides Villanueva, lucía casi llena ayer por la tarde. "Si bien siempre en verano el consumo es mayor por el calor, durante los fines de semanas del invierno se sigue tomando mucho helado", señaló Florencia, encargada de turno, a la vez que reconoció que la venta baja de forma notable los días de semana. La forma más habitual de compra en esta época es para llevar. "La gente lo elige mucho, sobre todo como postre para almuerzos familiares", contó.
Desde Michel, en calle Belgrano, coincidieron con esta apreciación. “Se vende bastante helado en invierno, pero la mayoría elige tomarlo en su casa. En cambio cuando hace más calor las personas prefieren salir y venir a tomarlo acá”, diferenció María, cajera del local que comenzó sus actividades en Luján y hace un año llegó al centro mendocino.
Por su parte, Jonathan Álvarez, empleado de la heladería Mailhó de la Quinta Sección, recordó que tiempo atrás las heladerías solían cerrar un mes durante el invierno.
“Pero ahora ha cambiado la mentalidad de las personas y no se considera más al helado como un alimento para refrescarse sino como un postre para disfrutar”, opinó. Allí la venta más fuerte durante la temporada invernal es, como en los otros casos, el delivery. “A muchos les da mucha fiaca venir y nosotros se lo llevamos”, reconoció el heladero.
En la sucursal de Bianco y Nero de la Peatonal Sarmiento, el fuerte son los turistas que llegan todo el año a Mendoza. “Siempre hay turistas en nuestra provincia y ellos no tiene problema de probar un helado en julio”, comentó Daniela detrás de la caja. Igualmente, muchas familias que allí concurren optan por el helado para los más pequeños. “Los papás se toman un café pero los chicos se toman su cucurucho”, indicó
La venta en invierno también es muy importante en Grido, heladerías donde se comercializa helado de elaboración industrializada. “No es lo mismo que el verano, pero la venta sigue siendo muy importante”, manifestó Aldana Pardo desde el local ubicado sobre calle Belgrano, en Ciudad. A ella le sorprendió que si bien ayer llovió durante la mañana la gente siguió ingresando al local para consumir.
“A muchos les gusta tomar y no les importa para nada el frío”, aseguró. Para mantener las ventas, allí constantemente buscan nuevas estrategias. “Hay una promoción en el kilo de lunes a jueves y también estamos formando un club con descuentos”, destacó la vendedora.
Dulce de leche, el más pedido
Según el estudio realizado por la Asociación Fabricantes Artesanales de Helados y Afines (Afadhya), el 89% de los consumidores encuestados elige los sabores tradicionales, siendo el dulce de leche y sus variantes el preferido con un 54%. Le siguen el chocolate (42%), las cremas (19%) y los gustos frutales (28%).
En Mendoza, en cinco heladerías confirmaron la tendencia. Lo que cambia es que en algunas se elige más el dulce de leche con almendras, en otra con nueces y granizado. La segunda opción es chocolate con sus variantes y luego aparecen las frutas.
Desde Afadhya lanzaron una campaña a través de la la página de Facebook "AsociacionFabricantesArtesanalesdeHeladosyAfines", donde sortearán kilos de helado artesanal todo el invierno.
Chau cucurucho: llega el bastón
En Paraguay presentaron días atrás los innovadores bastones de helado elaborados en base a maíz y locro.
La empresa responsable es Delimanjoo, que ahora busca comercializar el producto en toda Latinoamérica. “Nosotros trajimos el helado de bastón de Corea, que es todo un suceso en el continente asiático, por eso decidimos introducir esta innovación al Paraguay para que los clientes puedan disfrutar de algo muy novedoso en el mercado. Este producto no hay en Latinoamérica en este momento, por lo que estimamos tendrá una buena aceptación”, explicaron desde la firma al diario La Nación de ese país.
El bastón, hecho de maíz y locro, se elabora con una máquina que se encarga de suministrar el helado de sabor vainilla por dentro y en la parte superior se utiliza una frutilla para darle un sabor más al producto. El bastón puede realizarse en formato J, V e I, indicaron desde la empresa fabricante.
