Los interesados en estudiar profesorados de matemática son cada vez más, pese a que para la mayoría de la gente ésta -como las otras ciencias duras- es un terreno difícil. El crecimiento en la cantidad de alumnos en Mendoza es tal que la Universidad Maza la incorporó a su oferta de grado hace dos años.
La salida laboral asegurada es una de las principales razones por la que los estudiantes la eligen. Por otra parte, está claro que la matemática es un sustento básico para otras ramas de estudio y hasta para la vida cotidiana.
Florencia Caravelli, secretaria académica de la facultad de Ciencias Exactas de la UNCuyo, aseguró que “la demanda es creciente, aunque en números absolutos no es alta”. Por su parte, Graciela Valente, directora de los profesorados, dijo que “siempre fue una de las más elegidas, después de Biología”.
Indicio del interés por estudiar matemática es la proliferación de varios institutos terciarios de la DGE en diferentes departamentos que habilitan para el dictado de clases en el nivel medio. Por su parte, la Maza abrió la carrera que, al igual que la UNCuyo, habilita para el dictado de clases en la universidad.
Al respecto, Laura Horta, Decana de la facultad de Educación de esta casa de estudios, señaló que son muy pocos los docentes con nivel universitario y que por eso el trabajo abunda.
Este es uno de los motivos por los cuales estudiar matemática está “de moda”. “La mayoría cuando sale ya tienen trabajo”, afirmó Caravelli, quien consideró que la mayoría la elige “por vocación” y porque sirve como base para otras carreras, como Ingeniería.
En el caso de la UNCuyo, también se ofrece una rama para investigación que es igualmente requerida. Caravelli explicó que son carreras con mucha carga horaria y que si bien formalmente implican un cursado de 4 años, terminan extendiéndose a 5 o 6.
Razonamiento y lógica
Quienes gustan de los números no dudan en asegurar que son indispensables. “Prepararlos para las ciencias básicas es fundamental, sobre todo por el plan estratégico de la Argentina orientado a la ingeniería”, señaló Horta.
La decana de la Maza explicó que con lo que la población sabe de matemática se mide el desarrollo de un país porque es básica para otras materias, el razonamiento y la lógica. “Si una persona no la sabe se le dificulta resolver problemas. Además, el crecimiento a nivel industrial también se relaciona con esto: no va a haber quién le de clases a los ingenieros si no son universitarios”.
Para Valente, quien es doctora en Química, “la matemática es indispensable para mi carrera y eso lo podés extender a cualquier ámbito. Si vas a hacer un estudio en demografía o geografía, siempre hace falta el dato duro, siempre va a hacer falta cuantificar e interpretar, todo se hace con cuentas y ecuaciones y es útil hasta para los niños”.
A la matemática se la suele vercomo algo difícil, a tal punto que el matemático y periodista Adrián Paenza, recientemente premiado (ver aparte), declaró al diario La Nación que “hay quienes creen que da lustre no saber matemática”.
En gran medida, esto tiene que ver con la forma en que se ha enseñado y aprendido. “En los niveles primario y secundario los chicos tienen un prejuicio de que las materias duras son difíciles por definición. Parece que no tienen buena prensa y aunque no se pueda generalizar también influye quién la da. Hay profesores que hacen que te gusten las materias en ciencias y hay otros que te das cuenta que las dan pese a que no les gustan ni a ellos mismos”, analizó Valente.
Como contrapartida al creciente interés universitario por esta ciencia, los alumnos no siempre llegan con una formación adecuada. Para Caravelli, las herramientas que traen dependen del secundario, por eso los de las escuelas técnicas tienen mayores fortalezas. “Hay una formación heterogénea, pero en general llegan con una formación que no es suficiente para ingresar a la universidad”, sintetizó.
