Pese a la prohibición de concurrencia, de acuerdo a lo dispuesto por el Comité Ejecutivo de AFA, hinchas de Huracán y Atlético Tucumán pudieron presenciar esta tarde la finalísima por el ascenso a Primera División.
El operativo de seguridad dispuesto en el estadio Malvinas Argentinas de la ciudad de Mendoza (contempló cerca de 130 efectivos) no pudo impedir el ingreso de alrededor de 200 particulares (independientemente del periodismo acreditado con anterioridad) que respondían a una y otra institución.
Los allegados al 'Globo, que llegaron casi al centenar, se ubicaron en el costado Este de la platea techada del Mundialista mendocino y fueron los más efusivos a la hora de los cánticos y los gritos.
Los familiares y amigos de Atlético, por su parte, en un número menor (cincuenta), se situaron sobre el sector Oeste de la platea.
El árbitro Germán Delfino, por su parte, se mostró receloso con la presencia de individuos "ajenos" al espectáculo, a punto tal que ni siquiera permitió que hubiera, por lo menos durante los 45m. iniciales, los habituales chicos 'alcanza-pelotas' a los costados de la cancha.