Las redes sociales y de mensajería instantánea todo lo pueden. En cuestión de segundos, podemos contar al mundo lo que nos está pasando, nuestras alegrías, tristezas y broncas. Incluso, se han transformado en medios de comunicación alternativos, en los que cada uno elige cómo y sobre qué escribir.
Estos contenidos pueden llegar a rincones que ni siquiera nosotros mismos imaginábamos, de la mano de los “compartir”, los “Retwitt” y del “Copiar - Pegar” en los mensajes de WhatsApp.
No obstante, esa facilidad y masividad puede transformarse en un arma de doble filo, llegando incluso a perjudicar a terceros.
Durante las últimas horas, en Mendoza comenzó a circular vía WhatsApp una dura denuncia contra un hombre, a quien se lo acusa -por medio de un aviso clasificado en los diarios- de intentar secuestrar mujeres jóvenes cuando éstas se presentan a la entrevista de trabajo, para someterlas luego al delito de trata.
Sin embargo, y pese a que se inició una investigación al respecto, todo parece indicar que no es más que una calumnia y que el origen de esta denuncia es un invento.
“Además de haber recibido el mensaje, llegó a entrar una llamada al comando denunciando el delito, y por eso se está investigando y se abrió una causa. Pero está casi confirmado que se trata de un invento. Esto puede terminar, no sólo con la comprobación de que no hay nada irregular sino incluso con una denuncia a la primera persona que escribió y envió ese mensaje”, destacaron fuentes policiales, y agregaron que determinar el equipo del que salió el primer mensaje es algo simple.
De hecho, durante la primera inspección realizada ayer en el lugar y a juzgar por los primeros trabajos de inteligencia que se hicieron en la zona, no se vio nada irregular. No obstante, la Policía continúa investigando.
“No sé de dónde sale esta mala leche. No tengo ni idea de por qué mandaron el primer mensaje ni de dónde vino. Mi ex esposa, mis hijos, mis amigos y empleados están acompañándome. Ayer estuve como hasta las 2 de la mañana llorando, me subió la presión a 19/11. Tal vez puede haberse generado de alguien que se molestó porque no lo dejé ingresar a un show específico o porque no dejé que se acercara de más a la Presidenta la última vez que estuvo acá. Pero esto me hace más fuerte. No me voy a ir nunca de acá, porque soy un laburante que está 20 horas al día trabajando”, se defendió Claudio Cardozo, el acusado en la mencionada cadena que se ha propagado infinitamente en la aplicación de mensajería instantánea. De hecho, durante gran parte del día de ayer estuvo asesorándose con abogados para ver la forma de contraatacar ante esta aparente calumnia.
Cardozo, conocido como “Pastor”, es el gerente de la firma Consegur (seguridad privada) y tanto él como la empresa han tenido -y tienen- a su cargo los operativos de los eventos y espectáculos más importantes que han pasado por Mendoza (el show de Violetta, los recitales del Indio Solari e, incluso, la visita de la presidenta Cristina Fernández hace un mes a Fray Luis Beltrán, sólo por mencionar algunos).
Además, es un reconocido empresario en la calle Salta y dirigente de hockey patín.
Hace unos meses, en la provincia de San Juan, una mujer fue condenada por la Justicia tras "escrachar" y acusar falsamente a un hombre en Facebook. La mujer difundió su foto acusándolo de ser un supuesto secuestrador de chicos cuando estaba en la puerta de una escuela. Sin embargo, ante la denuncia del acusado, se verificó que se trataba de información falsa.
Viral
“Necesito que difundan algo muy importante. En el diario Los Andes hay un pedido de empleo que dice: ‘Se busca niñera, para 10 horas semanales, muy buena paga. Deben ir a Salta 1072’. Es una puerta verde, al lado del persa, enfrente del Hospital Central. Es un lugar con ventanas blancas y cortinas amarillas, todo esta cerrado. Es un lugar de trata, te ven y te meten de una. ¡Difundir!”.
El transcripto es el mensaje alertador que se comenzó a viralizar durante la noche del lunes y que hasta el momento sigue llegando a las distintas conversaciones de WhatsApp, en los celulares.
Mientras algunas personas comenzaron a reenviarlo sin siquiera modificarle una coma o averiguar al respecto, otras intentaron ir un poco más allá e hicieron algunas averiguaciones. Eso llevó a que se sumaran nuevos mensajes a la cadena, intentando ratificar o rectificar la información, pero logrando una sola cosa: confundir aún más.
“Mi niñera me avisó hace 15 días que se iba a trabajar a una escribanía. Y como yo necesitaba otra niñera universitaria (porque tengo 4 hijos y necesito que los ayuden con las cosas de la escuela), pedí a mi secretaria que pusiera un clasificado en el diario. El aviso salió viernes, sábado y domingo, pero a mí me llamó mucho la atención que nadie se presentara”, destacó Cardozo en el interior del mismo domicilio consignado en el aviso. Allí, tiene su sede la empresa de seguridad privada Consegur, donde él es el gerente.
“Ayer (por el lunes) a las 18, un compañero de trabajo me contó que le estaba llegando ese mensaje y que se estaba expandiendo por WhatsApp; yo no lo podía creer. Me escribió mi hija también y todos empezamos a responder, uno por uno a quienes lo mandaban, que eso no era cierto”, indicó visiblemente consternado Cardozo, mientras mostraba en su celular la conversación con su hija de 15 años.
“Muchas veces no cae simpático que yo no deje ingresar a la gente a los shows sin entradas, o si viene alguien a decirme que trabaja no sé dónde y que necesita que deje pasar a cinco personas liberadas. Sin entradas, no entran. O, en el caso de la Presidenta, nadie podía pasar donde no se permite. Creo que puede ser una bronca por alguno de esos casos. La gente es muy mala leche”, continuó.
Además de la empresa de seguridad privada, Cardozo es el dueño de la mayoría de los locales de esa vereda de calle Salta, así como también de los persas (el de esa cuadra y el de calle Alem).
“Yo sé que, más allá de la intención de perjudicarme que tuvo quien mandó el primer mensaje, quienes lo reenviaron después lo han hecho asustados y sin mala intención. Pero me gustaría decir a la gente que antes de reenviar esas cosas que te ensucian, intente tener pruebas porque hacen daño. Que averigüen, porque si es verdad lo que decía, tendría que existir al menos una denuncia y yo estoy limpio”, se defendió.
El abogado especialista en Derecho y Tecnología, Jorge Chaves, también recomendó a la ciudadanía corroborar la fuente de los mensajes o -incluso- radicar una denuncia vinculada a su contenido antes de reenviarlos. “La gente es solidaria y se conmueve ante ciertas circunstancias angustiosas. El problema es la intención de quien difunde el mensaje por primera vez, y puede hacerlo para desprestigiar o por venganza”, indicó Chaves.
En la misma sintonía, el subsecretario de Relaciones con la Comunidad del Ministerio de Seguridad, Alejandro Gil, también recomendó denunciar o averiguar sobre estos hipotéticos episodios en las oficinas fiscales antes de difundirlos.
El buen uso da buenos resultados
Un comisario de la Policía fueguina logró bajar los índices de inseguridad en una de las franjas más pobladas de la ciudad de Río Grande valiéndose de redes sociales y el programa de mensajería instantánea WhatsApp, modalidad a la que atribuye que llevan más de tres meses completos sin delitos.
Marcelo Guerrero, de 40 años y al frente de la comisaría 5, con jurisdicción en 6 barrios (donde viven unas 20.000 personas, casi un cuarto de la población de la ciudad), asegura que con esta forma de trabajo esa zona lleva más de 100 días sin que se produzcan hechos delictivos contra bienes ni personas, incluyendo robos y hurtos.
“El administrador de cada grupo de WhatsApp soy yo. Para ingresar pedimos la fotocopia del documento con el domicilio actualizado. Con ello verificamos que la persona no tenga antecedentes y resida en el barrio”, precisó ‘el ComisarioWhatsApp’, como lo apodaron medios locales. Télam