La montaña Vinicunca o de los Siete Colores, uno de los atractivos naturales de Perú, es centro de una disputa entre dos comunidades campesinas que rivalizan por el control de la ruta turística y sostuvieron una pelea con saldo de 18 heridos.
Esta pugna obligó a las autoridades peruanas a una mediación y a reforzar la zona con policías, en busca de una solución que evite una estampida de visitantes, anunció el ministerio de Turismo.
Se estima que diariamente llegan entre 1.000 y 1.500 turistas a esta montaña, de 5.200 metros de altitud y a unos 100 kilómetros al sur de Cusco (sureste de Perú). Cada visitante debe pagar diez soles (equivalente a tres dólares) de acceso.
Las visitas se reanudaron el lunes pasado tras haber sido suspendidas el anterior fin de semana, señaló Rosendo Baca, director de Comercio Exterior y Turismo de Cusco citado por la agencia estatal Andina.
El enfrentamiento campesino dejó 18 heridos y se produjo entre pobladores de las comunidades de Pampachiri Pitumarca y de Chillihuani Cusipata. Ambas ofrecen ingresos al atractivo natural.
Los campesinos la denominan "Cerro colorado" por el tono rojizo que predomina, pero también la denominan "Montaña del arco iris".
La montaña se convirtió en 'la gallina de los huevos de oro' para las deprimidas comunidades que viven alrededor desde el año 2016, cuando se facilitaron las rutas de acceso al sitio.
Los siete colores -rosa, blanco, rojo, verde, pardo, amarrillo y morado- que bañan las faldas y cima de la montaña se deben a los minerales que la componen, según las autoridades del Cusco. Los minerales presentes son calcio, hierro, magnesio, sulfuro, entre otros.
La revista National Geographic la catalogó como uno de los 100 lugares del mundo que una persona debe visitar antes de morir.
No está claro a partir de cuándo se volvió un atractivo, pero hay consenso en que la fecha es relativamente reciente.
Según una teoría popular, la montaña pasaba desapercibida previamente hasta que debido al calentamiento global se derritió la nieve que la cubría mostrando todo su esplendor natural. A la montaña sólo se puede subir a pie o a caballo, tras una caminata de unas tres horas.