En una elección marcada por la expulsión y renuncia de la mitad de los candidatos, Perú elegirá el 10 de abril nuevo presidente en un proceso que la OEA tilda de “semidemocrático” y que puede llevar a una mujer al poder.
“Llegamos a esta elección con mucha incertidumbre, con mucho malestar, concluyendo un proceso no sólo controvertido sino que irregular, con expulsiones de candidatos, casos que no se habían visto antes”, dijo el director de la consultora Vox Populi, Luis Benavente.
“También llegamos sin convicción, sin una causa, buscando, otra vez, el mal menor”, agregó.
El simulacro de votación de Ipsos difundido ayer confirma el liderazgo de Keiko Fujimori con un 34,4%, mientras el derechista Pedro Pablo Kuzcynski (16,8%) y la izquierdista Verónika Mendoza (15,5%) registran un empate técnico en el segundo lugar debido al margen de error de 2,3 puntos porcentuales.
Son unos 23 millones de peruanos quienes deberán elegir al sucesor de Ollanta Humala, en busca de alguien que enfrente tres problemas claves: incremento de la inseguridad ciudadana, reactivación de la economía y resolución de conflictos sociales vinculados con minería y medio ambiente, en una campaña escasa de propuestas y repleta de agravios.
En un país sin reelección inmediata y de mayoría católica, la Iglesia también interviene en el debate, con obispos que critican a candidatos a favor de la unión civil gay y del aborto, como Mendoza.
Las recientes estimaciones muestran una tendencia al alza en Mendoza, una congresista disidente del gobernante Partido Nacionalista y psicóloga de 35 años que ha capitalizado el descontento popular frente a la clase política tradicional.
En menos de cuatro meses, buena parte de la masa electoral ha migrado de un candidato a otro y hoy impulsa a la más joven de las concursantes en un país donde el voto es obligatorio.
Keiko Fujimori, de 40 años, debe su popularidad a un electorado cautivo heredado de su padre, el expresidente Alberto Fujimori, quien purga condena por corrupción y crímenes de lesa humanidad, un gobierno (1990-2000) del que ella trata de marcar distancia para captar mayor apoyo pese a que fue su primera dama.
Kucynski, de 77 años, exministro y hombre de negocios, ha recorrido Perú para aglutinar preferencias con relativo éxito, pero encuentra resistencia entre quienes ven en él a un representante de los intereses empresariales.
Entre renuncias y expulsiones, de los 19 candidatos que iniciaron la contienda en enero sólo quedan 10, entre ellos un exgobernador regional que está en la cárcel a la espera de un juicio por corrupción.
Verónika Mendoza, clara opción de la izquierda
Después de meses sumergida en el rubro “otros” en los sondeos y con promesas de cambios radicales en la economía, la congresista Verónika Mendoza se instaló como la más clara opción de la izquierda en tres décadas para luchar por la presidencia en Perú y podría ser la primera mujer en lograrlo.
A una semana de las presidenciales, esta joven de 35 años es la nueva sorpresa de la contiendaperuana. Dos recientes sondeos le atribuyen un potente ascenso de entre 5 y 7 puntos porcentuales en 15 días, y la sitúan en un empate técnico en el segundo lugar con el economista de derecha Pedro Pablo Kuczynski, visto con simpatía por los mercados.
De acuerdo con la firma Gfk, Mendoza tiene un 15% de intenciones de voto, codo a codo con Kuczynski, quien recibe un 15,1%, en una contienda que es liderada de lejos por la conservadora Keiko Fujimori, con un 37% de las intenciones de voto. La empresa Datum, por su parte, le da un 14,8% a Mendoza y un 16% a Kuczynski.
De madre francesa y padre peruano, 'Vero' nació en el Cusco, capital del imperio de los Incas. A quien ha querido ridiculizarla entrevistándola en francés -lengua que domina- ella ha respondido en quechua, idioma que predominó hasta la conquista española en 1532 y que hoy habla una minoría.