Lima. Perú quedó listo ayer para convertirse en el quinto país de América Latina que aprueba el uso medicinal del cannabis o marihuana para aliviar enfermedades, aunque aún se tendrá que establecer por parte del Gobierno la reglamentación respectiva.
La luz verde para el uso del cannabis, que según insisten los promotores no tiene que ver con el uso "recreativo" de la yerba, fue dada el jueves por el Congreso y ratificada ayer por el Ejecutivo, que, a través de la presidenta del Consejo de Ministros, Mercedes Aráoz, no solo no la objetó, sino que reaccionó con satisfacción.
"Me alegra muchísimo la aprobación porque es una fórmula que ayuda a familias que realmente lo necesitan. Vamos a hacer un buen reglamento que lo haga potente y viable para tener buenos resultados", señaló Aráoz.
La lucha fue impulsada por el liberal Alberto de Belaunde, del partido oficialista Peruanos Por el Cambio, quien ganó adherentes en diferentes fuerzas, incluso conservadoras, para que el Legislativo la aceptara al final con carácter pluripartidista por 66 votos a favor, 4 en contra y 3 abstenciones.
De Belaunde explicó que el Ejecutivo tendrá ahora dos meses para redactar el reglamento, que, según lo anticipado, tendrá al Ministerio de Salud como principal encargado de controlar el uso de la planta mediante brazos como el Instituto Nacional de Salud y la Dirección General de Medicamentos, Insumos y Drogas.
Por ahora no está contemplado permitir el cultivo doméstico de la planta, lo que genera malestar en asociaciones de pacientes y de familiares como Buscando Esperanza. Para portavoces del Ejecutivo, los controles son necesarios para evitar un uso indiscriminado.
"Sólo se autoriza la importación y producción por entes públicos y laboratorios privados. La medida solo favorece al sector privado y a los capitales que los sostienen. Solo descansaremos cuando las familias puedan cultivar su medicina con la solidaridad de los profesionales ligados al estudio", señaló Buscando Esperanza.
Esa organización fue precisamente la que le dio el inicio al tema, después de que en enero la Policía le incautó plantaciones domésticas de las que sacaban extractos para pacientes. De Belaunde se comprometió a buscar una solución para el tema.
Según investigaciones internacionales, el cannabis alivia, aunque no cura, tipos de cáncer, epilepsia, Parkinson, Alzheimer, esclerosis múltiple, fibromialgia, diabetes, ostepeorosis, psoriasis, artritis, adicciones a analgésicos y estres postraumáticos, entre otros.
La países latinoamericanos en los que ya está permitido el uso de la marihuana con fines medicinales son Chile, Colombia, Puerto Rico y Uruguay, mientras que en Argentina está en proceso de estudio y reglamentación.