Paula Guiñazú (20) quería aprender a conducir y se enteró, por una conocida, que podía tomar clases gratuitas en el Parque Temático Vial de Godoy Cruz. Desde hace algunos fines de semana, va a practicar en la pista de manejo junto con su hermana Julieta, sus primas Florencia y Carla, su mamá Patricia y su tía Gladis.
"Son todos muy amables y pacientes", cuenta Paula y añade que, precisamente, buscaba alguien que le enseñara a manejar con tranquilidad. La chica, oriunda de Luján, se compró un auto pero no tiene licencia y, como trabaja, se le complicaban los horarios para asistir a una academia. Y cuando sus parientes se enteraron de que iba a ir, se fueron sumando hasta llegar a las seis integrantes de la familia que toman clases juntas.
El jefe del Parque Temático Vial de Godoy Cruz, Daniel Tejada, explicó que todos los sábados, de 10 a 12, se dicta una charla teórica en el auditorio, en la que se explica a los asistentes lo que necesitan saber y los requisitos para poder aprobar el examen de la licencia de conducir. También se subraya la responsabilidad que implica estar detrás de un volante -se proyectan videos de seguridad vial- y se detallan técnicas de manejo defensivo.
Quienes completan esta capacitación teórica reciben material por correo electrónico para poder estudiar y están en condiciones de pasar a la parte práctica. Esto es, el aprendizaje de técnicas de conducción en la pista de manejo del municipio, que se encuentra en el predio del hipermercado Libertad.
Tejada comenta que a los asistentes se les explica cuál es la postura correcta de manejo y cómo frenar y girar el vehículo, en un circuito que presenta algunas dificultades, como una rotonda y una rampa, además de tener diversas señales viales que se deben respetar. Asimismo, los siete inspectores de Tránsito que están encargados de la capacitación les enseñan a estacionar.
La clase teórica se debe tomar una sola vez y se pueden realizar tantas prácticas como se necesiten. La participación es gratuita, no sólo para los habitantes de Godoy Cruz, sino también para personas de otros departamentos. Sin embargo, se recomienda solicitar turno previamente (ver aparte).
Esta capacitación teórico-práctica de educación vial se comenzó a dictar en agosto de 2011, dentro del programa "Conductor responsable". Desde entonces, más de 2 mil personas han participado de la propuesta. Daniel Tejada indicó que la mayor cantidad de asistentes son adultos, varios de más de 60 años, y que han notado con cierta preocupación que no son tantos los jóvenes que acuden para aprender a conducir.
Tomás Videla (63) empezó sus clases el último sábado. El hombre contó que cuando le robaron el vehículo y lo encontró desmantelado no se preocupó de renovar la licencia. Sin embargo, ahora decidió obtener nuevamente el carnet, lo que lo obliga a pasar una vez más por el examen. Y como lo había rendido hace tanto tiempo, prefirió ir a un lugar donde le enseñaran cuál era la legislación actual, ya que descubrió que varias cosas se habían modificado.
Personas con discapacidad
Graciela Villalobo (53) tiene una discapacidad motriz y unos meses atrás se compró un auto usado, que hizo adaptar para poder manejarlo. Sin embargo, no conseguía que alguien le enseñara, ya que no coincidían sus tiempos con los de su familia. Finalmente, un amigo le dio unas pocas clases y aprendió a poner los cambios, pero no sabía lo suficiente como para ir a rendir.
Entonces, empezó a buscar una academia y descubrió que ninguna tiene un vehículo que puedan manejar personas con una discapacidad motriz. En una le aceptaron que llevara su propio auto pero, por los costos de asegurarlo y para cubrirse por cualquier riesgo, la cuota mensual se elevaba a 3.500 pesos. Graciela ya estaba pensando en vender su rodado, hasta que descubrió en internet el programa "Conductor responsable".
"Cuando llegué, como les habían avisado que iba una ?persona especial', los inspectores me estaban esperando. Tienen una paciencia increíble y no es sólo conmigo. Además, es sin costo", subrayó la mujer. Asimismo, indicó que si bien tener el carnet implica independencia para cualquier persona, para quienes tienen una discapacidad motriz es más aún, ya que les resulta muy difícil movilizarse con transporte público.