Siria estaba envuelta ayer en una nueva espiral de violencia con bombardeos de la aviación y ataques rebeldes, enterrando definitivamente la tregua esperada por el mediador Lakhdar Brahimi, quien se prepara a presentar nuevas "ideas".
Desde el viernes, día en que la tregua debía comenzar a aplicarse, cerca de 300 personas murieron en Siria, según el Observatorio Sirio de los Derechos Humanos (OSDH), alejando aún más cualquier posibilidad de lograr un cese de las hostilidades tras 19 meses de revuelta convertida en conflicto armado.
Tras haber causado al menos 146 muertos el viernes y 114 el sábado, la violencia provocó ayer al menos 52 personas -29 civiles, 10 soldados y 13 rebeldes- en el país, según un balance provisional de la OSDH y fuentes médicas en hospitales civiles y militares en Siria.