Aunque las persianas americanas o venecianas no son muy habituales, son una interesante opción a tener en cuenta para controlar la luz exterior y vestir las ventanas. De hecho, este sistema tiene grandes ventajas sobre las cortinas o los visillos.
Hoy te contamos todo lo que debés saber para decidirte a instalar una persiana americana en tu casa. Analizamos todas sus ventajas y también sus inconvenientes para que puedas decidirte con conocimiento de causa.
QUÉ SON Y CÓMO FUNCIONAN ESTAS PERSIANAS
Una persiana americana o veneciana es un tipo de persiana que se compone de varias varillas conectadas entre sí por un sistema de cordeles que hacen que se plieguen o se extiendan para poder subirlas o bajarlas a gusto.
Las varillas pueden ser más o menos anchas o estrechas, y aunque lo habitual es que estén dispuestas en horizontal, también podemos encontrar persianas americanas con las varillas colocadas en sentido vertical.
Una de las particularidades de este tipo de persianas, y que las hace realmente prácticas, es que las varillas oscilan para dejar entrar más o menos luz del exterior. Para ello se utiliza una varilla que hace que cambien su posición en función de la claridad que necesitemos o que queramos en el interior.
Además, son tan flexibles en ese sentido, que resultan muy cómodas de usar tanto si querés mucha luz en un momento dado, como si necesitás tamizar la luz para lograr un ambiente de penumbra.
Conseguir lo mismo con las cortinas es más complicado: si elegimos una tela muy fina, tipo visillo, nos costará controlar la luz en las horas más luminosas del día, mientras que si la tela es gruesa, el ambiente estará casi siempre oscuro y mortecino. Con las americanas solucionamos ese problema.
Otra de sus ventajas es que aportan intimidad a los espacios, ya que ocultan el interior a las vistas, aunque no estén totalmente cerradas, por lo que dejan pasar al mismo tiempo la cantidad deseada de luz.
Además, por estar fabricadas con materiales no textiles, evitan la proliferación de ácaros y de muchos tipos de alérgenos, lo que es una ventaja.
INCONVENIENTES
No todo son ventajas a la hora de decidirse por este tipo de persianas. Como nada es perfecto, ellas tampoco y siempre hay puntos que se podrían mejorar. El secreto está en decidir y priorizar en función de tus gustos y necesidades.
Uno de los puntos débiles de este tipo de persianas es, sin duda, el diseño. Resultan mucho más frías y desangeladas que otros sistemas como las cortinas (que pueden elegirse de mil formas diferentes) o los visillos.
Los materiales en los que están disponibles no ayudan mucho a mejorar su diseño. Suelen ser de metal, de pvc o de madera, siendo estas últimas la opción más cálida y acogedora, y la más apropiada para ambientes un poco más clásicos. Los modelos de PVC o metal quedan mejor en espacios de estilo contemporáneo.
En lo que se refiere a su decoración o personalización, las americanas no ofrecen muchas alternativas. Normalmente son de colores lisos (ya sean de metal o pvc) y las de madera puedes ser de distintos tonos (de color haya, caoba, roble o nogal). Pero, más allá de estas opciones, no hay mucho más donde elegir.
INSTALACIÓN, LIMPIEZA Y MANTENIMIENTO
Instalar una persiana americana es una tarea muy sencilla que podrás hacer vos misma sin problemas. Tenés que tener en cuenta el tipo de ventana que tenés en casa. O, más bien, su sistema de apertura. Si se trata de una ventana corredera no hay ningún problema. Podés instalarla justo en la parte superior de la ventana, pegada al borde de la misma.
Pero si la ventana es abatible tendrás que dejar entre el borde superior de la ventana y la persiana un espacio (unos 10 o 12 cm) para que puedas abrir la ventana sin problemas (con la persiana totalmente subida).
Además, en cuanto al ancho de la persiana, esta ha de tener unos 20 cm más que la ventana, para dejar que sobresalga 10 cm a cada lado y la tape bien. Si la ventana está metida en un hueco, la persiana ha de tener el mismo ancho del hueco.
La limpieza de una persiana americana no tiene que ser muy complicada, ya que se trata de materiales no textiles (no hay que lavarlas en el lavarropas, ni planchar, etc.). El polvo es, seguramente, nuestro mayor enemigo a la hora de limpiar persianas americanas. De hecho, existen accesorios especiales para hacerlo de forma más cómoda.