Actualmente, muchos perros viven en departamento y son ellos especialmente los que necesitan ejercitarse, entre otras cosas, para no acumular rollitos.
Por eso, el paseo diario es la clave: una caminata de 30 minutos todos los días con su dueño beneficiará a ambos. Es posible fraccionarla en 3-4 veces si el tiempo es escaso y de paso, se aprovecha para las necesidades fisiológicas (no olvidar llevar bolsita para juntarlas).
Para los caninos de tamaño pequeño y de patas cortas una vuelta manzana 4 veces por día puede ser suficiente, explica la veterinaria Mariana Fennen (de Laboratorios Labyes). Los más grandes deben caminar más distancias para un buen ejercicio muscular.
Aquellos perros que quedan solos en un departamento todo el día requieren una salida matutina temprana y una apenas su dueño llega a casa. Si se cuenta con un espacio abierto y seguro donde pueda correr, es recomendable llevar un juguete y estimularlo para que corra a voluntad.
Sugerencias para el ejercicio en grupos de paseo:
- Los grupos deben ser homogéneos en cuanto al tamaño. Por ejemplo, no es conveniente que Labradores y perros muy activos de raza media o grande paseen en el mismo grupo con un Salchicha (es como si personas no deportistas corrieran junto a un maratonista).
- No deben mezclarse en los grupos perros mayores con perros muy jóvenes. Los mayores deben también tener un paseo diario acorde a su edad y estado físico. Aún cuando padezcan de artrosis o dolores es conveniente un ejercicio suave para evitar la atrofia muscular.
- Asegurarse que el paseo no se limite a estar atado 2 horas a un árbol.
- Es recomendable que el paseo sea individual cuando la perra se encuentra en celo.
- El perro debe estar vacunado y ser desparasitado al menos 3 veces al año.
- En verano, los paseos deben ser un poco más cortos y hay que cerciorarse que no queden atados al sol. Ofrecerles agua antes y después del paseo.
Gatos en movimiento
Los felinos son muy ágiles y se ejercitan solos si viven en exteriores o en libertad. Suben a los árboles, corren palomas y ratones, trepan por los techos; pero si viven en un departamento les gustará dormir todo el día cerca de una estufa y en un almohadón mullido.
Esto puede llevarlos a la obesidad. No hay muchas maneras de ejercitarlos “a la fuerza”. Lo mejor es incentivarlos a jugar con ellos. Los gatos son curiosos y juguetones.
Se los puede estimular con pelotitas (de tamaño tal que no puedan tragarlas) que pueden colgarse a modo de móvil y que el gato intentará agarrar o morder.
Hay algunos juguetes a pilas o cuerda como ratoncitos que ellos pueden perseguir. También algunos laberintos y túneles donde el gato jugará a esconderse, entrando y saliendo.
“Un simple ovillo de lana que podemos ir tirando de a poquito para que el gato ‘lo quiera cazar’ puede andar muy bien, pero cuidado: la lana puede ser peligrosa si el gato la muerde y la traga, parte queda enroscada en los dientes y otra parte progresa al estómago o al intestino. Sólo dejemos un ovillo para jugar si estamos nosotros participando de la actividad”, explica la médica.
La mejor manera de ejercitar un gato es jugando con él. Si el juego consiste en “cazar algo”, mucho mejor.