Perpetua para el hombre que asesinó a su ex y tiró a su beba a una alcantarilla

Gonzalo Lizarralde fue condenado en Córdoba por el crimen de Paola Acosta. Apuñaló a la hija de ambos y la abandonó junto al cadáver.

Perpetua para el hombre que asesinó a su ex y tiró a su beba a una alcantarilla

El panadero Gonzalo Lizarralde fue condenado hoy a prisión perpetua por un tribunal y un jurado popular en Córdoba por el crimen de su ex novia, Paola Acosta, y por acuchillar a la hija de ambos, quien fue abandonada en una alcantarilla junto al cadáver de su madre.

La sentencia revelada pasadas las 19 por la Cámara 11 del Crimen de Córdoba genero satisfacción a los fiscales y a familiares de las víctimas que señalaron ante la prensa "se hizo justicia, al menos tuvimos eso".

Durante la jornada, el fiscal Diego Albornoz pidió condenar a "prisión perpetua" a Lizarralde por el asesinato de Acosta e intento de homicidio de la hija de ambos.

La defensa de Lizarralde había reclamado la absolución del acusado, quien negó haber matado a su ex pareja y afirmó que "no generé ninguna lesión" a la niña.

"Perpetua era lo que buscábamos", señaló tras el fallo Marina Acosta, hermana de la víctima quien quedó a cargo de la crianza de Martina la niña por cuya paternidad entró en conflicto Lizarralde con Paola Acosta.

La mujer murió acuchillada en septiembre de 2014 tras encontrarse con Lizarralde.

"La degolló señores", afirmó Albornoz ante el tribunal en el marco de su extensa exposición en la que pidió la condena por homicidio calificado, femicidio y alevosía de Paola Acosta e intento de homicidio calificado por el vínculo, femicidio y alevosía por el ataque a su hija.

Paola Acosta, de 36 años, fue vista por última vez el 17 de septiembre de 2014 cuando bajó de su departamento del barrio San Martín con su hija en brazos para encontrarse con Lizarralde, quien, tras admitir su paternidad, le entregaría la cuota alimentaria de la beba y conocería a la niña.

El domingo 21 fue hallada muerta junto a su hija, quien sobrevivió 80 horas con una puñalada en el pecho, aferrada al cuerpo de su madre en una alcantarilla del barrio Nuevo Alberdi.

El fiscal sostuvo que Acosta murió a raíz de cinco heridas de arma blanca en el cuello e indicó que las que recibió la niña pusieron en peligro su vida.

"La nena tenía cortes en el cuello, estaba con hipotermia y deshidratada en la alcantarilla", expresó.

El abogado defensor, Walter Ferrero, expresó que "esta causa carece de motivos para llevar adelante el hecho que se le adjudica a Lizarralde" y aseguró que "el cuadro probatorio resulta insuficiente, no otorga ninguna certeza".

Ferrero, asimismo, pidió que no se tenga en cuenta la primera declaración del imputado, cuando sostuvo que fue secuestrado la noche del crimen, y pidió su absolución.

"Lo del secuestro no es una denuncia ni falsa denuncia, sino un acto material de defensa de un imputado", manifestó y consideró que la incorporación de esa denuncia como prueba es anticonstitucional al afirmar que "el hecho está viciado de nulidad absoluta porque Lizarralde no contó con asistencia técnica de abogado en este acto defensivo".

El abogado Juan Carlos Sarmiento, que representa al padre de los hijos adolescentes de Acosta, pidió que el imputado sea condenado a "prisión perpetua".

Antes del alegato de Sarmiento, la fiscal de instrucción Eve Flores dijo que Lizarralde ejerció violencia psicológica y económica contra Paola y su hija.

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