Pero no estás

Pero no estás
Pero no estás

Me levanto de la muerte
en la avenida anchísima
pero no estás.

¿Pudiste escapar?

Hay humo y fuego en el auto sin puertas
parece la boca de un pequeño escenario
en el asiento de atrás hay una pierna
vidrio como salmuera
hojas de diarios
y en el asfalto un zapato boca abajo.

El chofer sigue sentado
la bomba lo dejó entero
un tajito le sangra en un costado de la frente
parece listo
para seguir viaje al ministerio
antes de que sean las nueve.

Me escabullo en la ciudad para buscarte
no me olvido de la promesa de ayudarte a morir
voy a nuestra casa en el Once
52 metros cuadrados de lluvia
ni un mueble
y tu pollera flameando sin tu cuerpo.

Después voy al cine de Fellini y de Favio
un olor a ropa húmeda llena la sala
¿es el sudor del miedo?
¿estás?
En cualquier momento se corta la película
prenden la luz te llevan
y mi promesa se va a quedar vacía.

Ahora te busco en el camino de la iglesia
donde tantas veces dormimos escondidos
hay gotas de tu sangre en el asfalto
gotas negras que corren
cada vez más ligero
esperame
el cielo se cierra en los árboles
esperame
quiero darte en la boca
tu último suspiro.

De “Románticos carnívoros” de Roberto Guareschi (Ediciones del Dock, 2017)

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